HONOR A QUIEN HONOR MERECE
Por: Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la U de G.
Aunque quisiera decir lo mismo del Presidente del Poder Judicial del Estado, desgraciadamente ante el evidente sometimiento de este al Poder Ejecutivo, que lo presumen y exhiben.
Pero si hay que reconocer a voz en cuello la calidad moral y profesional de la señorita licenciada Norma Lucia Piña Hernández, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en días pasados tuvo la visita del Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, desde luego enviado por López Obrador y, no me cabe duda que no fue con otro propósito de buscar el sometimiento, como desafortunadamente lo hizo el expresidente inmediato, que hace honor a su apellido Lelo de la Rea, a quien frecuentemente se le veía cruzar la calle hacia el humilde Palacio Nacional, a recibir indicaciones del Presidente de la República, más ignorante del derecho, de las últimas décadas y peor aún, irrespetuoso del mismo, pero con gran estilo profesional, honor, dignidad y honestidad, fue despedido del máximo reciento de la justicia mexicana, al haber escuchado sendas palabras de quien a mi juicio de abogadas y abogados, debe ser un orgullo por haber observado frente al Poder Ejecutivo, senda actitud al decir que ella no recibiría ninguna instrucción de ningún otro Poder y que respetaría la autonomía de los juzgadores que integran al Poder Judicial de la Federación, a lo que atinadamente también Adán Augusto, ante semejante respuesta a su visita, le indico a su acompañante, asesor de la presidencia, que había que retirarse, pues no había más que hacer en ese lugar.
Aplauso cerrado a la señorita Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura, que desde luego no lo ha de agradecer mucho, porque recibió una institución gravemente desgastada por la actuación tan indigna de su antecesor, que no obstante de haber poseído un buen prestigio profesional, lo tiro por los suelos, ante una actuación poco decorosa, permitiendo silenciosamente la invasión del Ejecutivo al Judicial, de lo que estoy seguro ahora frente a la actitud de la Presidente en turno, que hará todo su esfuerzo para restablecer la imagen y la capacidad de Magistrados y Jueces que accedieron a esos cargos, no por su capacidad, sino por el género, a grado tal de haberse convocado y nombrado en esos cargos a una gran cantidad del género femenino sin que se haya sobrepuesto a esa moda, a mi juicio tan desafortunada, la capacidad, el honor, la honestidad, la trayectoria, la integridad y el valor civil que se requiere para ello.
A todo el foro nacional y local debe satisfacernos el haber accedido a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una dama de semejante talla, a la que también estamos obligados a respaldar y defender frente a cualquier ataque en su contra.
MTRO. LUIS OCTAVIO COTERO BERNAL [email protected]
