OPINIÓN

LA JUSTICIA CUESTE LO QUE CUESTE

caroPor: Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal*

LA JUSTICIA CUESTE LO QUE CUESTEUn diputado federal del estado, Salvador Caro, dice por todos los medios que deberá otorgarse la seguridad cueste lo que cueste, porque somos un país que vive con miedo por la falta de tal elemento, como lo es la seguridad pública, lo dice con mucha vehemencia, no obstante de que el crimen organizado se sienta aludido, no es menor o tal vez será mayor, la seguridad jurídica que solo la garantizan los órganos de justicia eficientes, honestos y suficientes, es importante atender esto último porque de lo contrario es seguir viviendo los mexicanos engañados del supuesto estado de derecho, que es la falsedad total y absolutamente innegable ante la insuficiencia de tribunales del fuero común como del fuero federal, que además, de no existir la cantidad suficiente de funcionarios judiciales con toda la capacidad y honestidad requerida para ministrar justicia, pues si bien es cierto, que un poder no se debe inmiscuir en el desempeño de otro, como sucede en la federación y en este estado, también es cierto y urgente, que se debe atender de inmediato la demanda de justicia de la sociedad que hoy por hoy padece la negación de esta ante la dilación absurda para el más elemental proveído que no requiere de mayor conocimiento, no se diga, para la pronunciación de las sentencias en ambos fueros e instancias procesales, que tardan hasta años para ser resueltos los asuntos en conflicto y contraviniendo gravemente el principio constitucional de la justicia pronta y expedita, lo que ha propiciado un desequilibrio extremadamente grave en todos los sectores de la sociedad.

LA JUSTICIA CUESTE LO QUE CUESTEEl estarnos lamentado, no será suficiente de la circunstancia tan atroz en que vivimos, al margen del que la naturaleza, por alguna razón nos ha ocasionado ante la indiferencia de la desatención y cuidado al medio ambiente, es obligación del Congreso de la Unión y de los Congresos Locales, vigilar y hacer que se cumpla este mandamiento constitucional, como lo es, que la justicia sea pronta y expedita y dejen de atender el gasto superfluo en cualquier otra necesidad, que después de la justicia y la seguridad, será muy secundaria, de ahí que, cueste lo que cueste, se debe atender de inmediato semejantes necesidades y dejar de lado el relumbrón de las obras que hoy se privilegia por sobre todo y privilegiar la atención que con toda urgencia se debe de atender, como lo son tales factores de seguridad y justicia para que este país, pueda engrandecerse, vivir en paz y superar toda crisis que con la satisfacción de dichos elementos de armonía y convivencia requiere y le urge a esta patria tan desangrada, conmiserada, agredida y ofendida por los sectores de la política cobarde e irresponsablemente practicada por quienes se encuentran al frente de los poderes encargados de la gobernabilidad que solo han fortalecido con su desleal actuación a la anarquía, a la impunidad y a la decadencia, que hoy la sociedad les reclama con vehemencia y sobrada razón.

No puedo dejar de insistir al sector académico, en todas las ciencias y artes, en particular al del derecho, al sector económico, a los jóvenes, los no tan jóvenes y los adultos mayores que dejemos de lado el confort del conformismo, que no quisiera llamar la cobardía, basta de tanta indolencia.

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG. [email protected]

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