¿QUÉ ES JUSTO?
Por: Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal*
Constantemente el presidente de la república, cuando trata temas de la procuración y administración de la justicia, sin que sea su facultad, ni tenga derecho, ni lo deba hacer y menos tener capacidad, de acuerdo a su forma de ser, de decir y de actuar, les dice a los órganos en un tono de orden, “que cuando riña la justicia con la ley, debe estarse por la justicia”, ¿Quién será ese Dios? Que tenga semejante sabiduría para distinguir lo que es justo, de tal manera de no equivocarse e incurrir en una injusticia al momento de juzgar a un semejante, pues ese criterio del presidente es muy pobre y que quedó rebasado desde hace más de cinco mil años, pues el mismo sabio Sócrates decía “Solo sé que no sé nada” o «solo sé que nada sé», así como la frase célebre de Calderón de la Barca que reza: “nada me parece justo siendo contra mi gusto”, que si bien es cierto, según el propio presidente, conoce mucho de historia, más de alguna vez en sus intervenciones públicas ha dicho que hace más de diez mil años, cuando en estas tierras ya había grandes desarrollos muy superiores a la modernidad, que desde luego han sido dichos sin sustento alguno, como lo hace cotidianamente al señalar a todos aquellos que disentimos de su escaso criterio y que nos ha llamado corruptos, sin ninguna prueba, fifís y demás calificativos que su escases cultural le aconseja, lo que desde luego ninguna ley le da semejantes atribuciones para descalificar a quien sea, como a sus propias mascotas que alimenta con las migajas del erario público, que bimestralmente les otorga y que esos pobres borreguitos, como él los llama y que dice que son más de treinta millones.
Pero aunado a todo lo anterior, como ya lo dije en líneas precedentes, sin tener ningún derecho y mucho menos capacidad para juzgar las actuaciones del poder judicial federal y que haciendo alarde de prepotencia, porque no es facultad que le de la ley, para referirse al personal del poder judicial federal, ya que de la que sí tiene facultades plenas, ni los descalifica, ni les reclama, ni los juzga, a la institución que él comanda, como lo son las fuerzas armadas, la fiscalía general de la república, no obstante la sangre que corre por todos los rincones de la patria, de niños, jóvenes, adultos, de todos los géneros, tal como sucedió en Tamaulipas, en el último evento, donde los militares sin justificación ni motivo alguno acribillaron a unos jóvenes, lo que ya se está repitiendo, como cuando en los ochentas se dio manga ancha al ejército en el combate al narcotráfico, donde también fueron víctimas de los castrenses miles de hombres y mujeres en aquellos poblados más recónditos del país y sin que a la fecha se les haya hecho justicia y toda vez que los partidos políticos no son más que grupos de mafias que se organizan solamente para acceder al poder y no para representar y defender los intereses de la nación, es por todo ello que a todos los sectores de la sociedad nos urge el exigir a los encargados del gobierno mexicano el cumplimiento de su deber y en su caso llamarlos a cuentas para que esta patria, que es lo primero, supere los ataques internos primeramente y luego aventamos bravuconadas al exterior que habrá que esperar las consecuencias.
*MTRO. LUIS OCTAVIO COTERO BERNAL. Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la U de G. Email: [email protected]
