OPINIÓN

¿QUIÉN PAGA EL ’REEMBOLSO’ DEL 1% A LAS REMESAS?

En un gesto que se presenta como solidario pero que merece un análisis más riguroso, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha anunciado que reembolsará el 1% de impuesto que Estados Unidos pretende aplicar a las remesas enviadas en efectivo por migrantes mexicanos. El mecanismo, según se ha informado, operará a través de la llamada Tarjeta Paisano o Finabien, y busca ’proteger’ a quienes aún utilizan canales no electrónicos para enviar dinero a sus familias en México.

A primera vista, la medida parece noble. Pero al rascar un poco, surgen preguntas incómodas: ¿de dónde saldrá ese dinero? ¿Quién financiará ese reembolso? La respuesta es tan simple como inquietante: de los contribuyentes mexicanos. Es decir, de usted, de mí, de todos los que pagamos impuestos en este país.

dolaresAunque el gobierno insiste en que el impacto fiscal será mínimo —pues solo el 1% de las remesas se envían en efectivo—, se estima que el monto a cubrir podría rondar los 5 mil millones de pesos. No es una cifra menor, sobre todo en un país con hospitales desabastecidos, escuelas deterioradas y una deuda pública creciente. ¿Es justo que el erario nacional absorba un impuesto extranjero? ¿No sería más sensato presionar diplomáticamente para que ese gravamen no se aplique, en lugar de socializar su costo?sheinbaum

Además, el mensaje político es preocupante: se normaliza que el gobierno mexicano asuma responsabilidades fiscales que no le corresponden, mientras se presenta como benefactor de una comunidad migrante que, sin duda, merece respeto y apoyo, pero no a costa de cargar aún más al contribuyente nacional.

Este tipo de decisiones, disfrazadas de justicia social, terminan siendo regresivas. Porque no es el gran empresario ni el evasor fiscal quién pagará ese reembolso: será el asalariado, el pequeño comerciante, el profesionista que ya soporta una carga tributaria considerable.

La solidaridad con nuestros migrantes debe ser real, no simbólica ni clientelar. Y, sobre todo, no debe financiarse con el bolsillo de quienes también luchan día a día por salir adelante dentro del país.

Si realmente el gobierno morenista quiere asumir el costo de este reembolso, que lo haga con recursos propios: recortando los sueldos de la alta burocracia, de senadores, diputados federales y locales, de la presidenta, de las y los secretarios de Estado, y del ejército de funcionarios que engrosan la nómina pública. Que la solidaridad empiece por casa.