¡YA CHOLE!
Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y
Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos
de la Universidad de Guadalajara
Ya chole es una expresión muy coloquial, nada propia, pero que en el argot mexicano, todos la entendemos perfectamente para referirnos a que debemos de dejar fastidiar con lo mismo, que nos ha quedado claro, que estamos hartos del mismo reclamo o el mismo señalamiento que se hace a una persona o a un grupo de personas.
Me vino a la mente esta expresión para ver si es posible, darme a entender, y que ojalá un día me leyeran tanto el titular del ejecutivo federal como el estatal y dejen de estarse quejando de ataques a su desempeño, pues lamentablemente poco o nada positivo tienen para presumir, porque además de ser anti corruptos son perversos, pues es precisamente eso que tanto recriminaban antes de acceder al poder, lo que actualmente los caracteriza: incapacidad e intolerancia. Ambos titulares sólo se concretan a decir lo que les venga en gana, sin el mayor respeto a la inteligencia de quienes tenemos el legítimo derecho de reclamarles, a quienes se acomidieron, dizque a servirnos y ahora se ofenden, porque tienen la idea de que, quienes no estamos de acuerdo en su quehacer, estamos en su contra.
Es lamentable y muy deshonroso para el pueblo mexicano, tener un presidente ignorante del derecho, lo que es evidente, dado que se atreve a sancionar y a opinar, a sabiendas de que sus dichos, ocurrencias u opiniones, inciden en los jueces, al grado tal que, hasta el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de una manera por demás denigrante e indigna, se le somete a todos sus caprichos y terquedades, al igual que los legisladores, no obstante que éste no tenga la razón. Lo anterior lo ha conducido a atropellar, lo que con letras de oro debería estar inscrito en nuestra constitución y aunque él se arroga como suya, la frase de que, la soberanía dimana del pueblo y que el poder es del pueblo no de los sirvientes, tal y como lo quiso plasmar el siervo de la nación, don José María Morelos y Pavón, no así don Vicente Guerrero como nos lo ha querido hacer creer ese personaje, quien presume de conocer la historia patria y es el mismo personaje que se ha encargado de que nos conozcan a nivel mundial por su pobre desempeño como titular del ejecutivo federal.
Expreso ya chole, porque muy bueno sería que se abstenga de opinar sobre las cuestiones jurisdiccionales y lejos de todo ello, aprendiera a respetar y a conocer el sistema de gobierno tripartito que, si le hablo de Montesquieu, conde de Secondant, que es a quien se le atribuye esa teoría del estado, es inútil.
Ya chole con tanta necedad, el hecho de que todas las mañanas esté perdiendo el tiempo por más de cuatro horas, solamente para adularse y colgarse las medallas que, él cree merecer por su desempeño al frente del ejecutivo, donde entre otras cosas y la más grave, el derramamiento de sangre todos los días y por todos los rincones de la patria no cesa, sin que el ejército que se formó para sí, haya venido realmente a cambiar o revertir la situación que dice, le heredaron los anteriores mandatarios.
Ya chole con sus letanías, preferible sería nos hablara de resultados y de acciones ciertas, a través de las cuales se restablezca la paz social y deje de lado su campaña electorera, esa a la que todos los días dedica tiempo, ese mismo tiempo que debería invertir para ejercer un cargo revestido de honestidad, seriedad, respetuoso y respetable, sin lamentos, sin quejas, sin lloriqueos, digno de ofrecer a la sociedad a la que se debe.
A mis compañeritos de profesión, no sé si consideren poco, el ataque del presidente de manera pública al quehacer jurisdiccional, a mí me parece urgente el que académicos, políticos, funcionarios jurisdiccionales, colegios, barras y asociaciones de abogados, alcemos la voz y ante esa conducta sistemática de ataques a nuestra Constitución, se le instruya juicio político y que se deje de charlotadas, respecto a que ya va a poder ser procesado por delitos del fuero común, dado que lo que necesita es que sea juzgado por las cámaras, esas que hoy por hoy, están sometidas a su entera voluntad y capricho.
Hagámoslo por interés profesional, familiar, social, pero sobre todo, porque hoy la nación nos lo demanda urgentemente.