Con este referente, el extinto líder sindical, fue rescatado del anonimato en que se había encontrado desde su fallecimiento en el año de 1980, fue organizador de la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria y Comunicaciones Eléctricas, de la Confederación Mexicana de Electricistas en 1954, del Sindicato de Trabajadores Electricistas en 1960, de la Confederación Nacional de Trabajadores en 1961 y del Congreso del Trabajo en 1966. En 1964 fue elegido Senador por Michoacán para las Legislaturas XLVI y XLVII ejerciendo el cargo hasta 1970.
Hombre de carácter, congruente y de integridad moral, a decir de uno de sus colaboradores más cercanos, que actualmente radica en Guadalajara, el Dr. Benjamín Durán Durán.
«Era un hombre de palabra, recuerdo que en una ocasión llevó a más de 130 mil personas a la explanada del monumento de la Revolución en la ciudad de México para defender los derechos laborales de los trabajadores sindicalizados», refirió Durán Durán.
La aportación del extinto líder michoacano, va más allá del compromiso adquirido durante esa época de crecimiento en el país, así lo explica quien quizá sea uno de los pocos testigos de las vivencias sindicales de Galván Maldonado, el Dr. Durán Durán.
“Hacen falta liderazgos como Rafael Galván para enfrentar actualmente los nuevos retos, hemos ejercido una doctrina muy diferente a lo que realmente significa la palabra <sindical>, ser sindicalistas, lo que hemos tenido durante poco más de 100 años, son sindicaleros y no sindicalistas (que es muy diferente), por eso, dónde se va a encontrar la conciencia de clase, si no se tiene el ejemplo de quien enseñe ni la manera de dignificar lo que se tiene y no por uno mismo, sino por los que vienen atrás. Este sistema corrupto de más de 50 años, cuando se firmó el tratado de la OIT ha dado como resultado la indiferencia de clases, la verdadera solidaridad debe darse entre hermanos de clase, no esperemos nada de si el gobierno es verde, amarillo, azul o lo que sea; lo que debemos de hacer nosotros es no perder la perspectiva de nuestra lucha, que no nos importe quien este arriba en el poder, sino que nosotros estemos unidos para alcanzar el poder”, dijo.
El líder sindical Rafael Galván estrechando la mano del Presidente Adolfo López Mateos. Fotos Cortesía.
Las nuevas condiciones laborales, derivadas de las reformas oficiales han propiciado que en el ámbito sindical se ajusten a los intereses patronales y así lo explicó; “la nueva doctrina si afecta a los sindicatos, ya que no obliga a los trabajadores pertenecer a un sindicato, hoy una persona con su empresa hacer un contrato particular y no pasa nada, y va a ser respetado; pero ser sindicalizado le da más poder para que los trabajadores o las clases populares lleguen con personalidad jurídica a establecer condiciones generalizadas que dignifiquen a los diversos sectores”.
Los gritos de batalla utilizados por Rafael Galván y los integrantes de la TD, siempre fueron utilizados para generar respeto a la clase sindicalizada, “Este puño si se ve”, refiriéndose al puño de la mano izquierda cubierto con un guante de carnaza, que era utilizado por los trabajadores electricistas de aquella época y “El qué no brinque es charro”, este grito que resultaba casi una clave (conocida por los miembros de la agrupación) para identificar a personas infiltradas durante las manifestaciones públicas y mantener el control, garantizando su propia seguridad.
“En la actualidad, los trabajadores con la precariedad, con la necesidad de sacar adelante a sus familias y conservar sus trabajos, están condenados a agachar la cabeza, para donde se hacen, hoy ya se pueden defender y elegir pertenecer a un sindicato o no, la ley se lo autoriza, como también le autoriza un trabajo digno”, refirió.
Las banderas que Rafael Galván enarboló hace más de 50 años, fueron principalmente, democracia sindical y su reorientación, el saneamiento de las empresas públicas; este rubro, sigue vigente en pleno siglo XXI.
Las condiciones actuales establecidas por el gobierno, lejos de dignificar a los trabajadores y respetar sus derechos, buscan debilitar a un sector medular, el motor de un país que tiene compromisos con sus socios comerciales y donde el común de los intereses, son globalizados, “en este país se han equivocado los líderes sindicales al incorporarse a grupos que aglutinan trabajadores de diversos sectores; lo ideal es que cada rama se una y se sumen a una causa común, es decir, los que producen autopartes en todo el país, si se unificaran como un solo gremio, así cada sector, entonces, preocuparían a los gobernantes y a los empresarios, ya que cualquiera de estos unificados pudieran en cualquier momento paralizar al país”.
“Aquella defensa histórica de la energía eléctrica, (arriba referida), resultó exitosa; no así el saqueo sistemático de otros muchos elementos que siguen formando parte de un saqueo sin precedentes, en los últimos 36 años, México ha sido saqueado de sus riquezas de manera despiadada, Carlos Salinas de Gortari ha sido el titiritero mayor y Grupo México el principal cómplice, ellos han robado muchísimo más en casi cuatro décadas que ni los españoles en 300 años”, lamentó.
Agregó que la riqueza del país ha despertado la ambición de grupos poderosos, que observan agazapados más allá de nuestras fronteras, “Estados Unidos tiene la mirada puesta en las reservas de Litio consideradas las más grandes del mundo, pero también aspiran obtener 500 mil toneladas de Uranio que se encuentran en la península de Baja California”.
Pasaron siete meses desde que el 04 julio del 2022, fue entregada una carta (la primera petición) al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, desde Guadalajara, Jalisco, solicitándole al ejecutivo federal, dignificar la memoria de este líder sindicalista, una segunda misiva se entregó el 20 de agosto del mismo año, ambas fueron recibidas en palacio federal de la CDMX, remitidas y firmadas por el Dr. Benjamín Durán Durán; coincidencia o no, a partir del pasado 17 de febrero 2023, la historia da lugar a la memoria de Rafael Galván, cuyo nombre quedó asignado a la central eléctrica de Puerto Peñasco.
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