En este sentido, el 66% de los puestos de trabajo vinculados al alojamiento y la hotelería, tiene el potencial de ser automatizado de aquí hasta el año 2055 en todo el mundo, lo que equivaldría a 53,9 millones de empleos sustituidos por máquinas.
En 2025 el mercado mundial de robótica superará los 275 mil millones de dólares y una de las industrias mundiales ganadoras será el turismo.
La presencia de robots trabajando en hoteles comienza a ser una realidad cada vez más habitual en la industria turística. Las grandes franquicias también se van sumando a esta tendencia.
En el caso de los robots se está produciendo un éxodo de su hábitat convencional, hasta ahora de la industria mecánica y médica, hacia servicios profesionales turísticos, ello con la incorporación de tecnologías que los dotan cada vez más de capacidades crecientes para relacionarse con los humanos.
Los robots son ya acompañantes de clientes en algunos hoteles y realizan tareas junto a humanos que no implican razonamiento intelectual ni relaciones personales estrechas, como transportar ciertos objetos a la habitación o llamar al ascensor.
Al parecer, la actitud positiva hacia los robots en el turismo, se explica porque los turistas piensan que serán más eficientes y tendrán una mayor retención de datos.
¿Pero de dónde viene la fascinación por los robots?
ORIGEN DE LA PALABRA ROBOT, UN POCO DE HISTORIA
El término robot procede de la palabra checa robota, que significa ‘trabajo obligatorio’; fue empleado por primera vez en la obra teatral R.U.R. (Robots Universales de Rossum), estrenada en Enero de 1921 en Praga por el novelista y dramaturgo checo Karel Capek. La obra fue un éxito inmediato y pronto se estrenó en multitud de teatros por toda Europa y Estados Unidos. En ella, el gerente de una fábrica construía unos seres al absoluto servicio del hombre.
Pero el concepto de máquinas automatizadas se remonta a la antigüedad, con mitos de seres mecánicos vivientes. Los autómatas, o máquinas semejantes a personas, ya aparecían en los relojes de las iglesias medievales, y los relojeros del siglo XVIII eran famosos por sus ingeniosas criaturas mecánicas.
ROBOTS TURÍSTICOS EN LOS CRUCEROS DEL SIGLO XXI
Un ámbito en donde empiezan a incorporarse robots es en los cruceros.
De hecho, algunos barcos de lujo han introducido ya algún brazo robótico que prepara bebidas y que está conectado a toda una amplia plataforma tecnológica, con muchas otras funcionalidades.
Hace algunos años, por ejemplo, Royal Caribbean lanzó una nueva parte de su flota de barcos Quantum en 2014, todos de alta tecnología.
El Ovation of the Seas con un costo de mil millones de dólares, tiene un bar biónico en el cual los clientes pueden personalizar sus pedidos en una pantalla y recolectar su cóctel en sólo treinta segundos de manera automática.
Los dos brazos robóticos del bar se mueven, agitan y vierten cócteles, hasta 1.000 bebidas por día,
mientras que el crucero también tiene un simulador para urgencias.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL TURÍSTICA
En el ámbito de la «inteligencia artificial», la tecnología «Watson» de IBM está ayudando ya al turista a planificar sus viajes o proponerle en cuestión de segundos, al llegar a una nueva ciudad, las rutas y ofertas culturales y actividades más interesantes, de acuerdo a sus gustos, entre otras muchas funcionalidades.
Según un estudio de Software Advice, el futuro de la robótica en el sector hotelero es muy prometedor, ya que un 56 % de los clientes ve positivo el servicio de habitaciones robotizado, y más de la mitad de entre 25 y 35 años prefieren un hotel que cuente con robots en su plantilla.
TURISMO ROBÓTICO EN MÉXICO
Podemos pensar que por el momento América Latina y México no pertenecen a ese exclusivo nuevo sistema de creación de la riqueza llamado “turismo robótico”. Sin embargo, en la actualidad el desarrollo de la tecnología va a paso tan veloz, que no cabe la menor duda de que pronto los países en desarrollo contarán con la capacidad y el conocimiento para introducirse a este nuevo sistema de creación de la riqueza tecnológica.
CONCLUYENDO
Los robots se están posicionando en todos los sectores del turismo y además con funciones inteligentes cada vez más desarrolladas, actualmente es una incógnita saber hasta dónde llegarán.
Todo apunta a que los robots inteligentes, (y no es ciencia ficción), configurarán una fuerza propia en la sociedad y colaborarán con los humanos bajo formas muy diversas, especialmente en el ámbito turístico.
Así pues, hay que poner manos a la obra y utilizar a la ciencia como palanca para lograr el desarrollo que tanto México necesita.
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