¿Y LOS ABRAZOS PARA CUÁNDO?
Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y
Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos
de la Universidad de Guadalajara.
Bastó que, un solo periodista revelara el contenido de su nueva investigación, la cual versó sobre una lujosa casa localizada en Houston, Texas, en la que supuestamente vive el hijo mayor del presidente de la república para que, al más puro estilo de un emperador, como lo fue Nerón, el titular del ejecutivo federal, iniciara un revuelo a nivel nacional, sólo porque le desagrada la información, respecto a la cual versó dicha investigación y el contexto de la misma.
Es bien sabido que, no hay padre que exprese que tiene un hijo malo y tampoco es un secreto para los mexicanos que, administración tras administración, resultan beneficiados en mayor o menor grado; hijos, familiares e inclusive, amigos del presidente de la república en turno.
En esta ocasión, una sola persona fue la responsable de exhibir a uno de sus muchachitos y eso fue suficiente para que, con la arrogancia que suele caracterizarlo, abusando (una vez más) de esa autoridad que, actualmente representa y haciendo uso de los recursos públicos, comenzara una batalla a título personal en contra del periodista Loret de Mola.
El abuso de autoridad es una conducta que nuestras leyes sancionan, delito en el que, el actual titular del ejecutivo federal ha incurrido constantemente, pero este tema no es digno de análisis para la presente administración federal, pues para eso se es presidente de la república, para infringir el derecho sin alguna consecuencia jurídica en su perjuicio.
Durante el tiempo que se ha venido desempeñando como primer mandatario de la república mexicana, se había dado a la tarea de hacernos creer que es un señorón; sin embargo, a partir de la última semana de enero y principios de febrero, ha quedado demostrado, quien es realmente y sólo se trata de un ser humano común y corriente, el que se desquicia fácilmente; arrogante, soberbio e intolerante, cuando se trata de abordar temas en los que salen a escena personas afines a él.
¿Para cuándo los abrazos a Loret de Mola señor presidente? Porque, dicho sea de paso, si Loret gana mucho o poco por la profesión que libremente decidió ejercer, es un aspecto que, no debe de interesarnos y, si fuera el caso de que, éste ha cometido el delito de evasión de impuestos que sean las instituciones competentes las que se encarguen de investigarlo y sancionarlo, acorde a la normatividad vigente relativa a la materia.