LA DISPOSICIÓN FINAL DE LA BASURA PONE EN JAQUE A CAABSA
Óscar Hernández, abogado de la empresa Caabsa Eagle, concesionaria del servicio de Aseo Público en al menos cuatro municipios conurbados de la capital jalisciense, habló en Rueda de Prensa acerca de las condiciones que privan en este servicio a raíz del cierre del vertedero de los «Laureles» en Tonalá el pasado 31 de octubre del 2021.
Sin embargo, la compañía tiene contratos con los municipios de Guadalajara, El Salto, Tonalá y Zapotlanejo cuyos vencimientos van gradualmente desde el 2024 hasta el 2032.
Reconoció el representante de esta concesionaria que, hasta el momento los esfuerzos realizados para confinar las miles de toneladas de basura que todos los días se generan, los ha obligado no solamente a recurrir a la implementación de equipamiento adecuado para ello, sino que además, continúan trabajando en la obtención de al menos tres predios (sin precisar el lugar) pero que se deben encontrar cercanos a la capital de Jalisco.
El modelo de patios de transferencia que se está utilizando como opción para movilizar miles de toneladas de los puntos definidos para ello, se han visto rebasados, pues a diario llega la basura y pese a que son trasvasadas a las llamadas «góndolas» con capacidad de 42 toneladas cada una, las montañas de basura continúan apareciendo en el paisaje urbano, tal y como lo han denunciado recientemente los habitantes de Urbi-quinta que todos los días ven como crecen las montañas de desperdicios en el patio de transferencia de Matatlán.
Oscar Hernández, dijo que CAABSA continúa con el diálogo interinstitucional para lograr una solución a la brevedad, aseguró que se ha tenido toda la disponibilidad para ser parte de la solución y no del problema, ponderó el servicio que brinda la concesionaria a la que según dijo, es la mejor calificada por diversas instancias como resultado del compromiso que ha demostrado por cumplir con esta responsabilidad municipal.
sin embargo, el retrabajo que se ha generado por la operatividad, en la recolección, manejo y destino final de la basura ha implicado que los costos se hayan disparado, lo que se suma a la ampliación de horarios de recolección y la implementación de mayor cantidad de horas -hombre; y es que la disposición final en alguno de los tres puntos hoy utilizados, resulta altamente costoso pues en el caso de «Picachos» cada operación para ir a tirar la basura y regresar a la ciudad representa mínimo cinco horas por unidad.
Para Óscar Hernández Pérez, Gerente Jurídico de Caabsa Eagle, la presión mediática que han estado ejerciendo los presidentes municipales, para deslindarse de la responsabilidad, amagando con quitarle la concesión a CAABSA no es la solución, y es que las condiciones han cambiado, dijo, ya no son las mismas que cuando se llevó a cabo la firma de los contratos.
Otro de los puntos que han repercutido en la concesionaria es la suspensión de las actividades en el predio que ya consideraban el «idóneo» para fungir como deposito de la basura de Guadalajara en el municipio de Tala, lo que requirió de una millonaria inversión y que actualmente se encuentra detenido por las autoridades.
Lo cierto es que mientras los implicados en este problema, gobiernos municipales, empresa concesionaria y la sociedad en general demandando el servicio, a la par de la logística utilizada por CAABSA para movilizar de un punto a otro y retrabajando con las «góndolas» especiales (traídas incluso desde otras ciudades del país), los rodamientos (pavimentos) de las calles también están siendo afectadas y con ello la infraestructura como redes hidráulicas y drenajes, ya que el impacto que genera el tráfico pesado (atípico) por la medida utilizada, será un problema serio, cosa de tiempo.
