TURISMO

DEL TRADICIONAL CALDO MICHI TAPATÍO AL CALDO DE PESCADO ORIENTAL

michiAl igual que las tortas ahogadas, los lonches de Amparito, las tortas locas, las jericallas, el pollo de Valentina, la birria y el pozole, el caldo “Michi” ha formado parte de la riqueza gastronómica de la capital tapatía; lugares y personajes que ofrecen estas delicias al paladar y que permanecen en la mente de quienes conocieron a sus exponentes, el Güero, Amparito, Valentina, la Gorda, la Chata, entre muchos otros que heredaron a las nuevas generaciones su arte culinario.

DEL TRADICIONAL CALDO MICHI TAPATÍO AL CALDO DE PESCADO ORIENTALEn este renglón, hoy corresponde trasladarnos a las entrañas del mercado municipal más grande de América Latina, el “Libertad”; un lugar enclavado en el barrio tradicional de San Juan de Dios, por tal motivo llamado de la misma manera, el mercado de San Juan de Dios.

Aquí uno de los platillos más representativos, sin duda es el caldo de pescado, llamado “Michi”; este exquisito platillo originalmente se elaboraba con el pescado blanco procedente de Chapala, posteriormente con bagre de los ríos Verde y Santiago, al fondo de la barranca de Huentitán.

Con el paso del tiempo, este platillo se ha ido adecuando a la modernidad, ya que el pescado blanco se considera extinto y en los ríos referidos, la contaminación ha afectado sus aguas y lo que vivía en ellas.

“Actualmente, solamente quedamos tres establecimientos de los que dimos origen a este platillo, hoy hay otros puestos que han sido traspasados o vendidos a extranjeros, principalmente orientales que venden de todo tipo de comida, china, coreana, cantonesa, japonesa, e incluyen un caldo de pescado que llaman, Michi”, comentó don Ricardo, quien por décadas ha trabajado en el puesto de doña Tere, (QEPD).

DEL TRADICIONAL CALDO MICHI TAPATÍO AL CALDO DE PESCADO ORIENTALDesde hace más de 70 años que, diariamente se elabora desde muy temprano el solicitado caldo, y aunque el tipo de pescado ha cambiado, los demás ingredientes siguen respetando la receta de la casa.

“Ya es la tercera generación que atiende el negocio y el año pasado, afortunadamente, luego del siniestro que arrasó con una parte de los establecimientos de comida, nosotros no tuvimos afectación alguna”, refiere el septuagenario.

La clientela que acude al pequeño local ubicado en la parte superior (planta alta) sobre la Avenida Javier Mina, entre los dos accesos (oriente y poniente) del mercado, coinciden en que el caldo “Michi” en el puesto de doña Tere, es de los más deliciosos.

Hoy en día, lo piden con diferentes modalidades, el tradicional con trozo de pescado, sus zanahorias, col, cilantro, cebolla y limón, o el caldo acompañado con sopa de arroz y filete capeado, aunque hay otros que lo prefiere con el arroz blanco, llamado morisqueta.

Debe aclararse que, aunque este platillo forma parte del menú cotidiano, en el local de doña Tere, también se ofrecen deliciosos platillos elaborados con pescados y mariscos, desde coctelería hasta especialidades, higiénicamente preparadas y con el sabor tradicional casero, muy de Guadalajara.

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