SOBREVIVIR A LA JUVENTUD
Hubo un tiempo en que el amanecer de la juventud se labraba a tropezones y saltos al vacío, aunque desde la seguridad imberbe de creer a la fuerza en sí mismo. Que no era poca cosa, aunque insuficiente. Los padres arrojaban a sus hijos a hallar un lugar en el mundo a los doce años, pasado los primerizos descubrimientos de la niñez en la primaria.
Leer más