¿Usted habría esperado que México cayera en una epiléptica convulsión social, económica y política como en este “histórico” sexenio? No ha sido el único tropieza en el devenir presidencial mexicano. Unos más y otros mucho más, pero lamentablemente el incumplimiento ha sido el común denominador de las administraciones públicas. Aunque lo nieguen: en la Nación vive un martirizante Viacrucis por la ingobernabilidad.
¿Cree usted que a partir del primero de octubre la “varita mágica” del hada madrina mejore la vida de la población?
Los grupos políticos primero harán lo suyo. Llegando al poder, muchos simularán ser servidores públicos.
¿O no? Sólo basta revisar los apocalípticos acontecimientos que agobian a la ciudadanía frente a los “resultados” del sexenio que está por concluir.
En campaña político electoral todo son promesas. Luego el magro cumplimiento. Ahora peor: tras el primero de octubre la investidura presidencial tendrá una sede pero el poder que manda estará en “La Chin….ada”, allá en Tabasco.