CULTURA

LA ESCULTURA EN LA CULTURA

esculturasЛитэратура #29

Por: Carlos Martínez Valadez

Miguel Ángel Bonaurruti llegó a este mundo con una vocación natural a martillar y esculpir el mármol… a legar una manifestación artística excepcional que nadie ha logrado replicar y, tal como él decía: “La figura ya está allí adentro de la piedra… yo solo la estoy descubriendo”.

¿Cuántas hermosas piezas humanas o abstractas se encuentran dentro de cada bloque de mármol, cantera o basalto? ¿Cuánta necesidad por parte de la humanidad de dejar para las siguientes generaciones la prueba de lo que eran y la manifestación creativa de cada escultura que surge de las entrañas de un bloque de piedra?

Lo mismo pasa con las aleaciones: Bronce, acero, hierro, plata, oro… madera, hielo, barro y arena.

Pero la experta en moldear grotescas esculturas de piedra en segundos lo fue la Gorgona; solo había que verle su horrenda cara y la Medusa regalaba una instantánea de sí mismo en piedra imperecedera por los siglos de los siglos.

LA ESCULTURA EN LA CULTURALas esculturas siempre representan o simbolizan una idea, un proyecto, un concepto, una conmemoración, vida ilustre, el amor… la vida, la muerte. Agosto de 1939 llega a este mundo una niña en el seno de una familia clase media económicamente holgada. Niña tranquila transcurre sus primeros 14 años entre la escuela, las amigas, las obligaciones domésticas y atenta por aprender y prepararse para su vida adulta; a la par, el desarrollo natural de su físico se vio favorecida por esas extrañas directrices que moldearon su cuerpo de adolescente a niveles de perfección estética. Su madre, devota y enérgica, no entendía y no aprobaba la sensualidad a flor de piel de su hija a quien había puesto por nombre Victoria Escarlet. Nombre que vio por primera vez en una obra teatral inglesa traducida, de su juventud. Nació la niña y no dudo en darle ese bello nombre… ahora, viendo a su hija desarrollada a tan temprana edad empezó a arrepentirse de haberla nombrado así; su nombre era una poesía a la armonía de su cuerpo.

Reservada, Victoria Escarlet solo ponía atención a lo que sucedía en su burbuja, ajena a los deseos oprobiosos de los hombres y a la malsana envidia de amigas y compañeras. Conforme pasaban los meses su belleza era precoz, peligrosa y exquisita. Su madre frustrada empezó a ver en ella un motivo de pecado ajeno que no hallaba como ocultar.

La madre en vez de hablar con ella, orientarla, apoyarla… la empezó a hacer víctima de maltratos. Lo que más atenazaba a la señora era la interrogante del porqué su hija era una escultura viviente si en su familia propia y política no había tal antecedente. Sola, en su ignorancia había una explicación: “Su hija era un instrumento del diablo con algún oscuro fin”.

Victoria Escarlet de naturaleza introvertida no entendía porque su madre había cambiado sin que ella diera motivos, pero sensata y con una moral innata no tenía derecho a juzgar a su madre. Acepto sus gritos, acusaciones, injusticias y mandatos ingratos de su progenitora, convenciéndose de que algo había hecho mal. Su padre débil de carácter no intervenía y ocasionalmente la ocultaba en el ropero cuando su madre le gritaba. Así, viviendo un infierno cumplió 18 años y algo en su mente surgió en forma de rencor.

juan jose mendez hernandez
El escultor Juan José Méndez Hernández, nació en el municipio de Poncitlán y falleció en Santa Anita, Jalisco. (1935-2015) la mayoría de las efigies que se aprecian en la capital de Jalisco, son obras del poncitlense.

Transcurre el tiempo y su belleza era extraordinaria, asombrosa, perfecta… única. Aún soplaban vientos dramáticos de cuando se señalaba y se perseguía a las brujas. Por eso era envidiada y señalada, más no perseguida para quemarla en la hoguera… era perseguida si, discretamente por un hombre obsesionado; obsesionado por su trabajo: Era escultor. Su nombre, Juan José Méndez, originario de Poncitlán Jalisco*.

La primera vez que vio a Victoria Escarlet pensó en poseerla… poseerla como si fuera de su propiedad… un maniquí, y tenerla disponible en su taller de trabajo modelando para producir cientos de esculturas con distintos temas y repartirlos por el mundo.

Victoria Escarlet empezó a ser acosada por decenas de pretendientes cuya mayoría “la asediaban con buenas intenciones”. –A nadie hacía caso-; a su enérgica madre eso la irritaba y los maltratos aumentaron, pues no toleraba ver a varios sujetos desconocidos detrás de ella.

Victoria Escarlet no se quejaba, pero la paciencia empezó a hervir amenazando desbordar los límites.

Para contrarrestar tal circunstancia a Victoria Escarlet le maravilla la lectura y dedicaba horas a disfrutar literatura selecta: “Hermanos Karamazov” “Historia de México” por la cual sentía especial interés… “Grecia Antigua” “El Renacimiento Italiano” “Historia Universal”.

Buscando el equilibrio y anteponiendo la cordura, Victoria Escarlet aceptó la invitación de sus abuelos paternos -para ir unos días- al rancho ubicado en las cercanías de Magdalena Jalisco. Con la venia de su consciente padre, se fue, empacando en maletas una dotación de suficientes libros. Su madre de mala leche alimentó la creencia de que allá iba a dar rienda suelta a una conducta pecaminosa.

LA ESCULTURA EN LA CULTURAVictoria Escarlet se sabía atractiva y deseada, pero le importaba más cultivarse; su psiquis era reservada, inclinada al ostracismo.

Así, pasaron cuatro años. Regresa a Guadalajara con la intención de estudiar “Arte y Literatura” y a sus casi 22 años de edad su belleza era… sublime, y su carácter de hielo.

Juan José Méndez el escultor se asombró gratamente de volverla a ver, pero ante la imposibilidad de hablar con ella, le escribió una carta… la siguió… la cual deslizó discretamente en su bolsa de mimbre cuando fue al mercado en compañía de su recelosa madre. Ya en casa, Victoria Escarlet intrigada descubrió la carta y en un momento de privacía la leyó:

“Atenta Victoria, ¿Sabe cómo una persona ciega percibe el color del mundo?: A través del alma.

Apreciable Victoria Escarlet ¿Sabe el cambio que ejercería en el mundo si usted me permitiera esculpir su alma? Con esto quiero decir que usted es ciega, y no se da cuenta del derroche de color que usted vierte en la vida de los demás… incluyéndome.

Estas palabras son una invitación, a que le permita a la vida que la moldeo, generar esa transición de su vida privada a la luz de la admiración a través de la escultura. Su belleza está encerrada en cada bloque de mármol nacarado y hay que descubrirla, pero requiero una guía… usted frente a mí y a un lado de mi guiando mis manos, descubriendo sus líneas, a cambio de imprimirle un sello de eternidad.

Tengo en puerta varios proyectos y le pido fervorosamente sea la musa que me guíe.

LA ESCULTURA EN LA CULTURAAtenta y respetuosamente: Juan José Méndez, escultor. Teléfono 2 34 43 Guadalajara Jalisco a 27 de enero de 1965”.

Victoria Escarlet siguió su vida impasible, adecuando su entorno para iniciar sus estudios. Su madre no dejaba de exigirle, a lo que Victoria Escarlet siempre obedecía, y cuya frialdad molestaba más a la señora sin saber su hija, que ya había ido con varios sacerdotes buscando limitar esa influencia pecaminosa a la que erróneamente creía, era un instrumento de maldad.

Juan José Méndez como pudo deslizó dos cartas más, vehementes, argumentadas casi suplicantes y a ninguna hubo respuesta. Quiso el destino que cuando ella regresaba de ver los planes de estudio de la universidad… se encontraron de frente.

En la antigua Grecia, presidían desde el siglo IX según Homero, las musas, deidades de la Mitología y las artes, que son nueve: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope. Clío es la que rige la historia y por ende la representante de las efigies y monumentos.

¿Imaginara la lectora, el lector nuestra historia universal sin estas manifestaciones de piedra y sin una deidad que abogue por ello?

La escultura en la cultura popular y erudita son una muestra más de la creatividad humana y gracias a los monumentos que dejaron civilizaciones como Babilonia, Egipto, Grecia y Roma nos adentran a su idiosincrasia e identidad propia, aunque el ser humano es siempre el mismo.

Millones de esculturas se encuentran dispersas en todo el mundo y son la única extensión de nuestras frustraciones y logros que trascenderán hasta los límites de la eternidad. Si a usted, agradable lectora, apreciado lector les realizaran una escultura de su ser… ¿Cómo les gustaría que fuera creada?

Juan José Méndez, la miró a sus almendrados ojos… ¡Que belleza tan arrebatadora! le dijo ser el autor de las cartas y solo quería oír de su agradable voz una sola sílaba a su intento de eternizar su belleza… ¿si, – no? ella lo miró a los ojos, destilando hielo, indiferencia… ¿lastima? “Tengo una madre muy difícil, y la verdad no es de mi interés” … retira su mirada y se aleja alterando la armonía de las cosas con su preponderante belleza.

Victoria EscarletTranscurren seis meses y Victoria Escarlet ya había ingresado a la universidad después de semanas de curso, – Con su madre en contra-, La maestra de literatura al terminar la clase se le acerca con un libro y mirándola de frente de manera enfática le dice. “He comprobado lo disciplinada y dedicada que eres. De tarea quiero leas este libro se titula: *“Historia y Ontología de México, 50 años de revolución” de Guillermo Brito, recién publicado en 1962. Quiero un resumen escrito en narrativa y con eso tienes asegurado el pase de curso”.

La maestra le entrega el libro en sus manos. Victoria Escarlet entusiasta se lo agradece; ya en casa una vez hecho los quehaceres de inmediato se pone a leer.

“Ponga este crucifijo de plata bajo la almohada de su cama sin que se dé cuenta. Después de rezar un novenario usted con nosotros, y a nombre de su hija… deberá armarse de valor de madre y encerrarla tres días seguidos en lo que aplicamos los santos óleos en su puerta.

Confiemos en la divinidad que “cambiara de comportamiento” … por el divino pastor confiemos al paso de los días tenga a su hija “dócil y obediente”. Esas fueron las instrucciones a “una madre desesperada” que buscó auxilio con el sacerdote de la parroquia.

Después de cinco días de intensa lectura, algo cambio… Un espíritu benevolente y cívico se infiltró en la consciencia de Victoria Escarlet al enterarse de la lucha física e ideológica repleta de nacionalismo:

El triunfo de la República. Figura constitucional que nos rige como país. Victoria Escarlet supuso que a través de una licenciatura… Tal vez como embajadora podría hacer algo para contribuir como ciudadana y profesionista. “Si se convocara a otro congreso constitucionalista a mí me gustaría participar”. Victoria Escarlet sabía que, para eso, había que dedicarse a la política. Pero su vocación ya estaba definida. Victoria Escarlet se prepara para el siguiente lunes entregar la tarea, con un resumen escrito como una manifestación de orgullo.

Juan José Méndez, la espera a las puertas de la universidad con la última y resignada intención de entregarle una carta final. La ve, la saluda… le entrega la carta en sus manos… le dice: “No volveré a molestarla”. Se despide, se retira. Ya en clase en un intervalo lee la carta:

“Atenta Victoria Escarlet hace años (1950) elabore las figuras de los niños héroes colocadas en derredor del monumento del mismo nombre. También estoy elaborando una estatua de Cristóbal Colon a ubicarse en una glorieta… entre otras más.

LA ESCULTURA EN LA CULTURAApenas unos días recibí la encomienda de trabajar en la escultura de la Madre Patria, para una nueva plaza ya diseñada y por construir por la recién apertura de Av. México.

Se llamará “Plaza de la Republica”. Le pido de la manera más solemne y respetuosa sea usted… “La escultura de la Madre Patria”.

Si no recibo su amable respuesta en algunos días, jamás volveré a molestarla. Gracias. Juan José Méndez, escultor.

Teléfono 2 34 43. Guadalajara Jalisco 16 de agosto de 1965”. Esas cosas de la vida; así como cuando se alinean los planetas de nuestro sistema solar; así en la mente de Victoria Escarlet se empezó a alinear su fervor cívico a la propuesta de un escultor de hacer de su persona, su identidad y su belleza… “Una escultura a la Madre Patria de México”.

Victoria Escarlet ya no se presentó a clases al día siguiente… ni los siguientes días. El encierro contra su voluntad se lo impedía. Por primera vez lloró; pero fría como era ella, su rencor se consolidó.

Después de 48 horas quebró el vidrio de la ventana, escapó y denunció a su madre por privación ilegal de la libertad. La madre fue detenida, a su vez le pidió perdón… pero Victoria Escarlet fría de carácter, con casi nulidad de sentimientos, carente de conmiseración por su madre, con la frustración acumulada de años, con un sentido de la justicia que cargaba con el lastre sanguíneo… ahora, “sin el cordón umbilical” que connota un compromiso moral… le dijo que no la perdonaba.

El testimonio del esposo/padre la acabó de hundir. Su señora madre estuvo en prisión tres años. El sacerdote por supuesto, se deslindó de esta situación y la desconoció.

Juan José Méndez el escultor profundamente emocionado la recibió en su taller y los días se fueron como un suspiro al trabajar con ella en los trazos hilvanando la belleza biológica de Victoria Escarlet en una belleza esculpida en bronce figurativa, de seis metros de altura en una pose nacionalista, puesta en un pedestal como surgimiento del extremo oriente de la inaugurada Plaza de la Republica en 1967 en nuestra ciudad. (Av. México y Chapultepec).

Tiempo después, Victoria Escarlet en compañía de su madre acudieron a la plaza –sin afán de vanidad- a ver la escultura. Las dos juntas de pie a varios metros de distancia admiraban el monumento… La madre le dice:” Estoy orgullosa de ti hija, perdóname”. Victoria Escarlet indiferente la escucha y fija su mirada a aquella figura altiva reflejo de sí misma, que imponente desafía el horizonte y que, sin desearlo, pero congruente con el sentimiento que acompañó en sus lecturas, terminó siendo lo que quería por su nación: Su belleza e identidad estática y perenne, ahora son… El Símbolo de la República.

La Escultura en la Cultura

Autor: Carlos Martínez Valadez, septiembre de 2023.

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Próxima semana: Leyenda de Frases de Leyenda.

LA ESCULTURA EN LA CULTURALea aquí también el TEN Informativo: ¿Qué espera la mujer cuando contrae matrimonio? – “Apollinaria, El origen de las Fuentes de agua” y “La muerte es un acto natural, pero ¿Por qué tanta crueldad?”
*El escultor Juan José Méndez Hernández, originario de Poncitlán Jalisco 1935 – 2015, realizó varias esculturas con reconocimiento de la sociedad y las autoridades, y que en la actualidad lucen por nuestra ciudad.

Entre ellas se encuentran: 1 _La escultura a Miguel Hidalgo en el Parque Bicentenario en el Puente de Calderón. 2 _La estatua de Mercurio en la entrada de la Cámara de Comercio de Guadalajara. 3 _El amo Torres, monumento ubicado afuera del actual Mercado Corona. 4 _El busto de Ludwig Van Beethoven en Av. México y calle Beethoven y 5 _La efigie de José Ma. Mercado en la confluencia de Javier Mina y la Calzada Independencia.

*Observaciones: Recomendable este libro: “Historia y Ontología de México, 50 años de revolución” 1962.
De lectura agradable, traza los vericuetos de cientos de hombres nacionalistas afanados en cambiar el sistema de gobierno a través de la revolución, dando como resultado un país más equilibrado y extendido a la década de los 80s. – 90s hasta entrado el siglo XXI.

Ahora con la tragedia que vivimos con el gobierno actual 2018 – 2024 habría que volver a escribir la historia reciente. El triunfo de la República está en la balanza. Hemos de hacer lo posible para mantener su hegemonía.

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