Del latín “Humus” = tierra, deriva la palabra “Humano”; y los humanos somos entes intermedios entre la tierra y la materia. Nosotros intervenimos para afectar, construir, moldear la materia a nuestras necesidades… si se deja de actuar, el caos lo envuelve todo y de la mano del tiempo las cosas se degradan… ocultándose de nuevo en la tierra. SAÑA.
Si un grupo de personas habitan una casa y se mudan, al abandono sobreviene la decadencia… tres meses después, tres años… diez años después la miseria, la basura va a la par del derrumbe de la misma. Una persona deja de tener cuidado en su higiene personal; no se baña, no se muda de ropa… al paso de treinta días su miserable estado es lamentable. Una colorida y fresca fuente de frutas: higos, uvas, naranjas, plátanos, manzanas… se abandona, al paso de treinta días solo suciedad, moscas y putrefacción quedan en su lugar.
La evolución y expansión de una comunidad humana –ciudad- es signo “de ganarle terreno al caos” para establecer orden y simetría.
Don Diego Osorio de Toledo, su esposa y dos hijas con su único patrimonio; su carreta, se asientan en la zona del hoy teatro Degollado y construyen un refugio en la recién fundada villa al igual que las 300 personas con quienes llegaron en febrero de 1542. La interacción humana genera sociabilidad, pero también envidias y bajos instintos. MALDAD.
Transcurren algunos años y las necesidades humanas básicas se satisfacen parcialmente: alimento, agua, refugio, comunicación, salud. Mientras en los espacios consistoriales se celebra el cabildo –Lo poco construido es solo básico…- Se preparan cuadrillas acopiando material que proyectaran a planos urbanos. La interacción humana, genera amistad y rencor. Alguien considera que las decisiones no son equitativas. DOLO.
Campesinos preparan los terrenos elegidos para arar y sembrar… el trabajo apenas comienza y serán varios meses agotadores. “Felipe, no te quedes allí sentado, agarra la brida y jala el arado ¡Trabaja hombre!” Felipe lo mira con furia, pero acata la orden.
Se apostan vigilantes españoles en la periferia… los recelosos indígenas pueden venir a asaltar a la población… un miembro del piquete observa a lo lejos a un indígena que mira hacia acá… MUERTE.
Los enviados de fe, prestan auxilio espiritual a todo aquel que se acerque… una joven mujer confiesa ante sacerdote: “Perdí a mi padre en batalla por estar aquí y solo mi madre y yo quedamos… padre, solo abráceme, me siento sola”. El sacerdote la abraza… algo se mueve bajo su sotana al sentir su delicada piel, percibir su aroma a mujer… ver su hermoso cuello. Una mirada lasciva pasa inadvertida para la joven. LUJURIA.
Vienen desde España expertos en trazo y urbanización; entre ellos un influyente recomendado de los reyes católicos llamado Alonso de Aragón y Portugal. En cabildo se preparan: “Ya hay que tener asignados los terrenos, sus respectivas escrituras, y cumplir con el mandato real de su distribución… todas estas personas que nos acompañaron en esta fundación se lo merecen”. Alonso de Aragón y Portugal traía otras intenciones*. DESPOJO.
Cuenta la leyenda que aun con tantos imponderables la villa y su pequeña comunidad se altera y se instala el miedo… amaneció muerto un campesino… una mujer sin vida flotando en el rio… una joven mujer desaparecida… alguien se robó un talego con plata… el esqueleto de un indígena se descubre entre la maleza… otros colonizadores desaparecieron; todos ellos habían sido notificados a la entrega de sus escrituras firmadas por el Emperador Carlos I de España. Lo último: un regidor del cabildo amaneció muerto con profundo tajo en el cuello y aventado sobre las piedras. DOLOR.
La maldad humana es un ariete que de continuo arremete contra lo establecido; y quien lo impulsa es el lado oscuro del hombre inyectado de codicia por el diablo. La alarma entre los espontáneos gobernantes de esta pequeña Guadalajara secuestra los ánimos. ¿Qué está sucediendo? En sesión emergente de cabildo se da la orden de investigar y encontrar –a como dé lugar- culpables… A este paso, la capital de Nueva Galicia va a desaparecer.
Don Diego Osorio de Toledo y su familia habían desarmado la carreta para usar su madera como muros; protección a la intemperie. El temperamental hombre había solicitado su porción de tierra a 150 metros del consistorial… le fue negado; pues los 500 metros a la redonda serán destinados para edificar gobierno, autoridad y comercio; le asignaron un terreno de 200 metros cuadrados a 600 metros al norte (como punto de referencia actual sería calles Herrera I. Cairo y Pino Suárez) Al hombre no le pareció y en sesión pública de cabildo le dijo: “Con el debido respeto a sus mercedes, consciente de los riesgos de este incierto viaje, puse en peligro a mi familia. No dude y tome las armas para pelear por la causa española y por nuestras vidas; vidas de decenas de indios que pasaron por mi espada. Soy hombre cumplido y trabajador… mi gallardía en la lucha fue superior a cualquiera del piquete de aguerridos hombres que están allá afuera… ustedes ni siquiera estuvieron en el campo de batalla… no me parece justo, cual buitres esperando la carroña…” ¡Sr. Osorio de Toledo Basta! -le increpó el vizcaíno Miguel de Ibarra al frente de la sesión-. “No sea parte del problema, hemos buscado equidad en la repartición de estas tierras… “¿Equidad? ¡Rodrigo Espinosa aquí presente como regidor… como parte de su camarilla se integró a este cabildo hace tres meses y sé que le dieron la manzana 4 a solo unos metros de aquí… no solo estoy inconforme… estoy muy molesto!” “Sr. Osorio, retírese y acate la ordenanza. Seguimos los designios del emperador Carlos I y no se discute más”.
Semanas después Don Diego Osorio de Toledo pidió audiencia con el recién llegado Alonso de Aragón de Portugal. En privado hicieron un pacto secreto… secreto que quedó al descubierto cuando encontraron la espada de Osorio de Toledo en la propiedad de Aragón de Portugal en la novena manzana… terreno que a la mala se había hecho Aragón de Portugal. DESPOJO.
Los esqueletos encontrados eran suyos… Osorio fue el sicario de Aragón a cambio de un vasto terreno a su nombre a 200 metros del consistorio. La codicia, la maldad y la crueldad humana son un ariete contra lo establecido… ya detenido y en interrogatorio le preguntaron: ¿Por qué asesinar a tanta gente inocente? … “Entre menos gente, más nos toca de esta rica tierra” … respondió Osorio de Toledo. Días después en julio de 1559 bajo una torrencial lluvia fue ejecutado.
En su fanatismo, Alonso de Aragón de Portugal; algunos cómplices religiosos y Diego Espinosa de Toledo propiciaron justo lo contrario a lo que pregonaban; al final la codicia y la obsesión de poder era su guía. Pero… más adelante escribió: “De generación a generación este estamento debe aplicarse y preservarse… evitar se deposite el mal en la población; aquel que sea un peligro, exiliarlo o eliminarlo… la manzana podrida contamina a las demás. Ojos avizores, juicio alerta… lo contrario a esta advertencia será una capital de Nueva Galicia herida de muerte en algún momento en los siguientes 500 años…”
Guadalajara año 2024, la maldad impide la tranquilidad y la sustentación de lo establecido para bien vivir. (También alrededor del mundo). Su tiempo decadente ya inició y en la omisión de acciones para evitar su erosión se encuentra el maligno que convertirá a nuestra ciudad en una capital fantasma. CRUDEZA.
La Mejor Leyenda jamás contada de Guadalajara
Autor: Carlos Martínez Valadez, octubre de 2023.
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Próxima semana: La Baraja Española y el Tarot.
* La realidad de la presente leyenda y lo que actualmente sucede en medio oriente se conjugan para invitarlo a que lea aquí también el TEN Informativo: “La muerte es un acto natural, pero ¿Por qué tanta crueldad?”.
* Su traducción es: “Manual y guía contra el caos”.
* La historia de Alonso de Aragón y Portugal, la leerá en “La Novena Manzana, la expansión de Guadalajara” aquí en TEN Informativo.
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