FARÁNDULA

JESUCRISTO SÚPERESTRELLA, UNA SÚPER PRODUCCIÓN QUE LE HACE HONOR A LA ÓPERA ROCK.

Por: Raquel Enríquez Monroy.

Surrealista pero real; fantasiosa, sin caer en lo irracional; en ocasiones, inquietante, nostálgica y hasta cómica. Así es la puesta en escena de Jesucristo Súperestrella, ópera rock que levantó los aplausos de los tapatíos, en las dos funciones que presentó el día de ayer, en el auditorio Telmex.

Bajo una idea conceptual novedosa, que incluyó un gran despliegue tecnológico audiovisual; efectos creativos de fuego y agua, uso de video mapping, luces e iluminación, y con una excelente producción musical, actoral y de montaje escénico, Jesucristo Súperestrella hizo el “milagro” de juntar en una puesta en escena a cantantes reconocidos por sus voces extraordinarias, como Beto Cuevas, María José, Erick Rubín, Kalimba, Yahir, Leonardo de Lozanne y Enrique Guzmán, entre otros intérpretes que se han fogueado en las tablas del teatro.

Todos ellos hacen gala de su voz en sus intervenciones musicales. Y Beto Cuevas y María José (María Magdalena, la seguidora de Jesús que se enamora de él) también demuestran su excelencia vocal en varias intervenciones musicales, juntos y por separado.

A pesar de estar enmarcada en escenarios citadinos, con situaciones adaptados al siglo XXI, como las redes sociales y los efectos de los medios de comunicación en la sociedad, la obra mantiene el eje fundamental de la historia del libro más vendido de todos los tiempos (la Biblia, según la compañía Guinness World Records).

JESUCRISTO SÚPERESTRELLA, UNA SÚPER PRODUCCIÓN QUE LE HACE HONOR A LA ÓPERA ROCK.En dos actos, el espectador se adentra a una versión vanguardista de los últimos tres años de vida de Jesús, desde sus primeras predicaciones; su relación con María Magdalena y los apóstoles; Jesús y los mercaderes del templo; los enemigos de Jesús en el poder; el beso de Judas; la última cena; la oración de Jesús en el huerto de Getsemaní; su arresto; la negación de Pedro; su encuentro con Pilatos y Herodes; la muerte de Judas; el juicio y crucifixión de Jesús.

Leonardo de Lozanne, interpreta a Poncio Pilatos, quien se encuentra en una encrucijada entre enjuiciar a Jesús, sin encontrarle culpabilidad, pero hacerlo por presión del pueblo, por lo que se lava las manos, pero antes hace azotar a Jesús 39 veces.

Pasajes de la vida de Jesús, como cuando Judas Iscariote se arrepiente de traicionar a su Maestro, transporta al alucine que fue para el apóstol darse cuenta de su error; aunque después regresa de el “infierno” para burlarse de lo que sufre El Mesías.

La parte cómica se la lleva Enrique Guzmán, pues su papel de Herodes está personificado como un gran magnate, el hombre de negocios clandestinos y de lujuria, quien de forma burlesca se dirige de Jesús, al considerarlo poca cosa.

Toda la historia transcurre en escenarios no convencionales. El arresto de Jesús ocurre bajo un enfoque mediático, en el que participan comunicadores como Paola Rojas, Eduardo Salazar, entre otros; este tipo de escenas a lo largo de la obra, hacen de ella algo diferente y único.

“¿Dónde está mi madre?”; “Padre, ¿por qué me has abandonado?”, “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”; “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, son las últimas frases que pronuncia Jesús en la cruz, y cuando muere, ésta muestra diversos fragmentos como guerras, enfermedades, hambruna y otros acontecimientos terribles que han sucedido a lo largo de 2019 años de que sucediera ese hecho tan significativo para los creyentes.

Bajo la producción general de Alejandro Gou, Jesucristo Súperestrella es una súper producción a la altura de las mejores puestas en escena no sólo en México, sino a nivel internacional. Su éxito radica en que es un montaje único, una espectacular y nueva versión teatral desde la producción creativa, musical, escénica, de iluminación, vestuario, audio y coreografía.

Mención aparte merece la excelente traducción realizada por Julissa, para esta producción.

Aunque no abarrotó al 100 por ciento el auditorio la ópera rock sí tuvo excelente respuesta por parte de los tapatíos, porque sí se ocupó al menos en un 85, 90 por ciento de las localidades, por lo que existe la posibilidad de que la producción vuelva a traer esta puesta en escena a la capital jalisciense. Sí es así, no deje de asistir: al frente y detrás del escenario interviene un equipo profesional y de calidad, que hacen que valga la pena verla.

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