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GUADALAJARA Y SUS NIÑOS INVISIBLES, PROBLEMA QUE HA REBASADO A LOS GOBIERNOS.

Uno de los fenómenos sociales más recurrentes en las grandes ciudades, es la desintegración de las familias, y consecuencia de ello es el abandono de los más vulnerables “los niños y niñas” quienes en el mejor de los escenarios aprenden a sobrevivir mezclados entre la indiferencia de la sociedad, expuestos a situaciones de abuso, explotación, violencia, drogadicción, entre muchas otras abominaciones.

Las autoridades se ven rebasadas e imposibilitadas de atender y dar seguimiento a estos casos, por lo que; corresponde a la preocupación de agrupaciones organizadas, atender y velar por el presente y futuro de estos seres humanos en estado vulnerable; así lo realizó el Pbro. Alejandro García Duran “Padre Chinchachoma” hace más de 25 años.

Labor que en la actualidad resulta “titánica” ante el crecimiento demográfico en las grandes urbes, el fenómeno migratorio, los cinturones de miseria, la promiscuidad y otros flagelos que amenazan a la misma humanidad.

GUADALAJARA Y SUS NIÑOS INVISIBLES, PROBLEMA QUE HA REBASADO A LOS GOBIERNOS.

“La mayoría les tenemos lástima; pero no compasión o misericordia, debemos ser compasivos y misericordiosos.” dijo el Pbro. Marco Antonio Ramos Rodríguez, nacido en Guadalajara y actualmente dirige este proyecto en el Estado de Morelos. Fotos: Israel Villafaña (TEN)

En la actualidad corresponde al sacerdote católico Marco Antonio Ramos Rodríguez dar continuidad a esa obra iniciada por el “Padre Chinchachoma”; y es en Guadalajara donde se contempla establecer una casa hogar que no solamente otorgue una oportunidad para aquellos que por adversidades, sus progenitores optaron por dejarlos en desamparo.

Así lo dio a conocer el presbítero Ramos Rodríguez, “Es la situación de muchas familias desintegradas, disfuncionales que a veces tienen tres o cuatro hijos, pero cada uno tiene su papá; a veces nosotros los hombres somos tan machistas que en lugar de amar a una persona, nada más la estamos molestando, destruyendo la dignidad de la mujer, la mujer no se debe de dejar, se debe matar al macho para que nazca el hombre; aquí es donde debemos luchar para que la mujer tenga su dignidad de mujer y los niños puedan nacer con amor”.

Agregó el padre Ramos Rodríguez que es de su conocimiento que en Guadalajara hay una gran necesidad, aunque lamentablemente, contados son los lugares que realizan un esfuerzo de vocación para ayudar a menores victima de abandono o situación de calle; “había un internado de niños, el Valentín Gómez Farías, en la colonia Constitución que se cerró hace como seis o siete años; ese lugar fue cerrado porque allí, los propios chavalitos cometieron una irregularidad y donde creo que falleció un niño, desde allí, cerró sus puertas. A mí sí me gustaría revivir ese lugar, pero ya con bases fundamentales de moral, de estudio y un poquito de religiosidad, porque la persona si no es muy religiosa, recurre a experimentar ideas fanáticas o de corrupción humana”.

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