BASURA, EL “ORO GRIS” QUE NADIE QUIERE EN JALISCO
Por: Víctor Galindo «Vigaro»
El primer día de actividades gubernamentales en los municipios conurbados de la capital de Jalisco, inició con una peculiar manifestación de trabajadores de la pepena en el vertedero conocido como los “Laureles” ubicado en Tonalá y que a partir de este primero de octubre, cierra sus puertas.
El problema del manejo de los residuos domésticos y su confinamiento final, dio un giro impredecible, ya que el posicionamiento de los munícipes entrantes durante la toma respectiva de protesta, fue el de apoyar el cierre del vertedero que tuvo una vida útil de 22 años, recolectando los desechos de Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y El Salto, un promedio de 1,500 toneladas por día.
Aunado a lo anterior, los recientes posicionamientos de diversos sectores zapopanos que al igual a lo externado por el municipio ribereño de Ixtlahuacán de los Membrillos, dijeron tajantemente NO, a la basura de la zona metropolitana de Guadalajara.
Las autoridades daban por hecho que un nuevo tiradero en el municipio de Tala, Jalisco sería la solución, sin embargo la presión social fue contundente y finalmente se resolvió abortar el proyecto, posteriormente, el presidente entrante de Guadalajara, Pablo Lemus, aseguraba que dadas las condiciones apremiantes, una solución inmediata era aprovechar el conocimiento que tiene acerca de Zapopan y propuso que fuera el tiradero de los “Picachos” en donde Guadalajara, depositara su basura, lo cual tampoco fue del agrado de los zapopanos.
A la negativa se sumó el ayuntamiento de Ixtlahuacán de los Membrillos, a 40 kilómetros de la capital, en donde los municipios conurbados de El Salto, Tlajomulco y Tonalá pretendían tirar sus residuos, sin embargo, la postura del municipio fue negativa.
El problema resultó ser mucho más complejo de lo que las autoridades creyeron, pasaron por alto aspectos importantes y centraron sus decisiones omitiendo la actividad que realizan miles de personas “pepenadores” y sus familias que sobreviven de esta actividad y a los que ninguna autoridad ni saliente ni entrante, tomaron en cuenta.
La mañana de este viernes primero de octubre, centenares de pepenadores y trabajadores del aseo en Guadalajara se apostaron a las puertas del vertedero “los Laureles” para exigir a la autoridad, respete su fuente de trabajo, “a donde se lleven la basura, allá iremos” fue el posicionamiento de la líder de los pepenadores, Araceli Batres.
Alrededor del mediodía, cientos de afectados se trasladaron hasta la presidencia municipal de Tonalá para solicitar entrevistarse con el presidente alfarero Sergio Chávez, quien como respuesta, “le aventó la pelotita” al gobierno del Estado.
La reunión de acercamiento entre los representantes de los pepenadores y las autoridades se llevó a cabo en palacio de gobierno, atendidos por el encargado de la secretaría general de gobierno, Juan Enrique Ibarra Pedroza y donde participaron el Secretario General de la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos FROC CONLABOR Jalisco, Lic. Antonio Álvarez Esparza, la secretaria del sindicato de pepenadores en los Laureles, Araceli Batres y el líder del Sindicato de Trabajadores del Aseo Público de Caabsa en Guadalajara, Oscar Contreras; mientras esto ocurría, un convoy de medio centenar de camiones recolectores de basura circularon por las principales avenidas del oriente de la ciudad hasta el centro histórico.
Es de resaltar que en total, los municipios involucrados en este conflicto producen casi tres mil toneladas de residuos por día, de estos Guadalajara aporta mil 500 toneladas y el resto, poco más de mil 300 los municipios restantes.
Hasta el momento de la reunión con el ejecutivo estatal (14:30 hrs), se tenían detenidas 75 unidades de recolección cargadas y sin un lugar definido para depositar la basura, derivado de las decisiones gubernamentales y poniendo en riesgo las condiciones sanitarias de la población.
Fue hasta después de las 16:00 horas de este viernes en que concluyó dicho encuentro resolutorio, entre los acuerdos obtenidos están: la apertura de parte del gobierno para resolver un grave problema de sanidad para la comunidad, iniciar a partir del próximo miércoles las mesas de negociación y propuestas entre las partes involucradas, se aprobó que todo el parque vehicular de camiones recolectores que salieron a realizar el servicio viertan de inmediato la basura en los Laureles (después de 10 horas de permanecer cargados) y los pepenadores regresen a hacer su trabajo, lo que se realizará al menos por 30 días más.
Así quedó asentado y signado en un documento, resultado del encuentro sostenido por las partes representadas, con este compromiso se dio la indicación para que se desalojara de inmediato el centro de la ciudad y se retomen las actividades en el vertedero de Tonalá, aunque respecto a los derechos humanos de los pepenadores y su trabajo quedó aún en entredicho.
