CONTINÚA EL BIPARTIDISMO EN MÉXICO, CAMBIO EN COLORES SOLAMENTE.
El bipartidismo en México prevalece pero de manera distinta a como sucedía hace una década, pues ahora el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el partido Movimiento Ciudadano (MC) son los principales actores políticos, tanto en Jalisco como en el país, declaró en rueda de prensa el doctor Andrea Bussoletti, miembro del Observatorio de Procesos Electorales, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Al dar a conocer algunas conclusiones del proceso electoral, el especialista dijo que mientras Morena y su coalición encabezan el Poder Ejecutivo federal, la Cámara de Diputados y el Senado, MC se convirtió en la primera fuerza de oposición; en tanto que en Jalisco este partido ganó la gubernatura y la alianza de Morena con los partidos del Trabajo (PT) y de Encuentro Social (PES) se posicionó como la segunda fuerza política.
“Eso da una idea de lo que puede ser la relación entre los gobiernos federal y estatal en el próximo sexenio”, dijo el investigador.
Añadió que en este proceso electoral estatal las coaliciones partidistas fueron premiadas al obtener 35 de los 42 cargos legislativos de mayoría relativa y 52 alcaldías, mientras que los más debilitados fueron los candidatos independientes, quienes lograron dos municipios de todos los cargos públicos que disputaban, y de los 14 aspirantes de la organización Wikipolítica al Senado y diputaciones locales y federales, ninguno resultó electo, pese a la expectativa que causaron previo a los comicios.
Bussoletti refirió que el hecho de que la ciudadanía haya dado un voto en bloque por un mismo partido y no haya emitido un sufragio diferenciado para diversas fuerzas políticas, no necesariamente significa que haya falta de democracia.
“Los partidos todos han hecho el llamado al voto en bloque para todos sus candidatos, pero hay que ser cuidadosos, porque en las democracias el hecho de que una fuerza política tenga el gobierno federal o estatal y la mayoría en el Congreso, no significa necesariamente que no haya contrapesos o que se afecte a la democracia como tal, pues dependerá de cómo se conduzcan los grupos parlamentarios a lo largo del sexenio”, explicó Busoletti.