EN JALISCO, LA SECRETARÍA DE CULTURA NO ES NI UNA MUECA TEATRAL

Parece que, con las actuales instituciones gubernamentales, la desatención para con los gobernados es una constante, los tapatíos lo viven a diario, en la tramitología, los malos servicios públicos, por señalar solamente un par de ejemplos; pero los jaliscienses también lo padecen y los mexicanos también, cada uno en situaciones particulares.

Y pensaríamos que es derivado de la complejidad de algunos casos, o por la falta de recursos económicos o humanos, pero la realidad es que, ni siquiera es por la falta de eso, sino la falta de visión o de interés para contrarrestar el detrimento social.

Mientras este desmoronamiento social se percibe entre los propios habitantes de un lugar, para las autoridades simplemente se hacen…que no ven y no saben.

Esto sucedió este domingo 19 de junio (día del padre) en Guadalajara; algo que pareciera intrascendente o simplemente «normal», deja en evidencia la falta de interés por atender a un sector que a diferencia de las masas populares, gusta de otro tipo de distracción como disfrutar una obra de teatro, aunque esta fuera infantil, que mejor oportunidad para que las nuevas generaciones de tapatíos descubrieran un poco de contenido cultural, pero esto parece que a la secretaría de cultura no le interesa en lo más mínimo.

El caso amerita una revisión puntual, pues hubo familias que llegaron puntualmente al teatro Alarife Martín Casillas (frente al CODE), para ver la obra anunciada con anterioridad, el «Principito», algunos de los asistentes incluso, habían adquirido los boletos en pre-venta por internet, otros lo harían en la taquilla.

La sorpresa que se llevaron fue que como puesta en escena encontraron a la guardia de seguridad con las puertas del teatro cerrado, desayunando y protegiendo a «capa y espada» tanto el desayuno como su área de trabajo, sin precisar nada, dijo tajantemente que allí no había ninguna obra teatral y que a ella no le habían informado que iba haber.

Comenzaron a surgir las dudas acerca de lo que sucede en esta instancia, ya que hubo publicidad desde días anteriores al programado. Nadie sabe y nadie supo, que razones influyeron en que no se llevara a cabo la puesta en escena, peor aún, lamentablemente esta falta de atención, de seriedad de la institución encargada de fomentar la cultura (de por sí deteriorada), y la premeditación alevosía y ventaja, para evitar dar la cara a los afectados, aquí si aplica la burocracia que les permite a los servidores públicos semanas de cinco días.

Y surgen más preguntas, es verdad eso que cada día se escucha más constantemente, «Estamos como estamos, porque somos como somos». A diferencia de otros países en donde los gobiernos no solamente se preocupan por educar, formar hombres y mujeres con mejor calidad (desde la infancia); estimulando a las manifestaciones culturales y formativas, aquí sucede todo lo contrario, nada importa la formación cultural, por el contrario, pareciera que los servidores públicos la única cultura que entienden es la de hacer como que trabajan y cobrar sus sueldos como si de verdad lo merecieran.

Ya están colocados los cartelones de otra temporada en este casi olvidado teatro Alarife Martín Casillas, lo que no especifica es, si el acudir, adquirir los boletos en pre-venta, llegar y encontrar las puertas cerradas y recibir un trato indiferente y despótico, es un riesgo que cada ciudadano debe correr bajo su propia responsabilidad.

Ahora se entiende por qué es muy común ver pareces grafiteadas, como manera de expresión cultural y artística, si es la propia autoridad la encargada de bloquear las opciones formativas que no representan los jugosos negocios que a ellos interesan.