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¿IRRESPONSABILIDAD GUBERNAMENTAL?

No hay Willa o uila o güila que no haga daño. No hay huracán que no perjudique. Recientemente los habitantes de las costas de Jalisco, Nayarit y Sinaloa y algunas más perdieron todo menos, el coraje para levantarse luego del desastre. Ahora tienen ira que refuerza el descrédito a las instituciones y a algunas presuntas autoridades de los diversos niveles de gobierno. La mayoría de “funcionarios” públicos destacan, cada vez más por la irresponsabilidad.

Esta semana, todavía cientos de habitantes de dichos lugares luchan por desalojar desechos de todo tipo derivados del azote de ese fenómeno natural. No se ha dado la respuesta que merecen los afectados.

En municipios como Tomatlán se han perdido plantaciones, casas, caminos, infraestructura y no hay mucha información de la restauración y ayuda a los damnificados. Tampoco se ha dado la proliferación informativa como en otros casos. Cruz Roja, DIF y otras instituciones ni han aportado suficiente apoyo ni la gente acude a llevar ayuda.

Hay señalamientos de poca difusión del tema o ¿serán oídos sordos gubernamentales? El tema se ha minimizado pero queda claro que la Organización Editorial Mexicana ha hecho lo suyo en forma a directa con la labor periodística de la excelente periodista Crys Benitez desde el estado de Nayarit en donde es Corresponsal. Oportunamente ha dado cuenta informativa de los daños y afectaciones a todos los sectores sociales y productivos derivadas del azote de “Willa”.

De igual manera los reporteros de EL OCCIDENTAL han publicado las afectaciones  municipios jaliscienses, como Tomatlán en donde por lo menos 300 agricultores vieron  afectadas unas 700 hectáreas de fruta y granos además de instalaciones, equipos, herramientas y diversas especies animales. Los pescadores no quedaron exentos del problema.

Y no se ha visto la misma atención del gobierno federal y estatal de Jalisco y Nayarit a los coterráneos en tanto que los migrantes nada más les faltó la alfombra roja. Por supuestos que deben ser atendidos los viajeros, pero no hay que ser “Candil de la calle y obscuridad de la casa”. Como siempre: es la misma sociedad la que en momentos difíciles trabaja para subsistir y (lamentablemente) sigue pagando impuestos que cómodamente succionan los burócratas irresponsables. Y…qué pasa?

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