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LO BUENO SIEMPRE BIENVENIDO

LO BUENO SIEMPRE BIENVENIDOPor: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.

Porque así me consta amigo lector que, en los años que yo me desempeñé como director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, era una noble y útil institución, la que derivado de la Iniciativa Mérida, suscrita por México y Estados Unidos, se vio beneficiada, dado que, entre otras cosas, conllevaba el apoyo recíproco en el combate a la delincuencia y de manera muy particular, el combate al narcotráfico.

La Iniciativa Mérida representó para México un extraordinario apoyo, apoyo que fue brindado por la embajada norteamericana, a través de algunas de sus mejores instituciones, quienes de manera constante, brindaron al instituto el abastecimiento de diversos insumos, la donación de equipos, tan sofisticados como costosos, así como la capacitación respectiva para que el personal estuviera en condiciones de operar los mismos.

LO BUENO SIEMPRE BIENVENIDOCon reiterada frecuencia, la embajada norteamericana nos visitaba en pos de ver las necesidades más apremiantes del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, el tema de capacitación fue una prioridad. En este tema hay que destacar que, la capacitación que se brindó al personal operativo, no representó costo alguno, ni para el instituto, ni para el gobierno del estado, ni para el gobierno federal. La capacitación que se impartió en aquellos tiempos, permitió que, peritos de diversas áreas fueran enviados a diferentes países, a actualizarse en el área o ciencia en la que venían ejerciendo sus funciones periciales.

El elemento operativo también recibió asesoría jurídica para estar en condiciones de defender la emisión y el contenido de sus dictámenes en las propias audiencias de juicio. Cabe destacar que los capacitadores, muchos de ellos extranjeros, se acompañaban de traductores, también sin costo alguno para el gobierno mexicano, de tal suerte que, después de haberse sometido a rigurosos exámenes y haber resultado aprobados, con fecha veintiuno de marzo del dos mil dieciocho todos ellos fueron certificados por un organismo internacional. Lo anterior tuvo verificativo en el palacio de gobierno, lugar en el que públicamente se entregó la certificación al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, pero sin la presencia de un solo representante del ejecutivo estatal, no obstante que se encontraban diversos servidores públicos estatales al interior del citado edificio.

LO BUENO SIEMPRE BIENVENIDOEl haber recibido una certificación de carácter internacional, permitió al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses un posicionamiento no sólo nacional, sino internacional, dada la calidad de los dictámenes emitidos por el personal operativo; sin embargo, después del diecisiete de septiembre dos mil dieciocho, gracias a la estulticia, derivada del entonces Secretario General de Gobierno, quien también presidía la Junta General de Gobierno de aquella institución forense , comenzaron con el desmantelamiento y la destrucción del citado organismo, despidiendo a una gran parte del personal que, recién había sido capacitado y certificado.

La Cruz Roja Internacional, también reconoció al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, como la mejor institución pública del país, dada la atención que brindaban a las víctimas directas e indirectas, quienes hoy por hoy, viven en total abandono por parte del instituto.

La anterior temática la traigo a escena, dado que como parte del Entendimiento Bicentenario entre México y los Estados Unidos para seguridad, salud pública y comunidades seguras, los gobiernos de ambos países, acordaron una nueva etapa para atender en conjunto los desafíos en materia de crimen organizado, drogas, armas y trata de personas, en la que se dijo, habrá colaboración y respeto mutuo a la soberanía de cada nación.

LO BUENO SIEMPRE BIENVENIDOEl acuerdo sostenido entre ambos países, conlleva mayor relevancia, dado el nivel de criminalidad que caracteriza a nuestra país, criminalidad a la que pareciera que los mexicanos ya nos acostumbramos, dada la fallida estrategia de abrazos y no balazos sugerida por el titular del ejecutivo federal, pues la misma no ha dado los resultados que él esperaba, aunado al total abandono en que se encuentran las fiscalías, tanto las federales como las estatales, las cuales padecen un grave estado de inanición, al faltarle a éstas lo más elemental, como lo es, el recurso humano suficiente, el cual es indispensable se encuentre debidamente capacitado y actualizado, para entonces combatir esta pandemia, la cual es más grave que cualquier otra.

La calidad que reviste a los servidores públicos que al día de hoy siguen cobrando en las nóminas de los gobiernos, está muy distante de ser, lo que se requiere ante nuestra realidad social, pues es innegable la infiltración de la delincuencia organizada en las instituciones públicas encargadas de nuestra seguridad.

Bienvenido sea el acuerdo recién firmado entre México y Estados Unidos y ojalá que, a las instituciones públicas encargadas de la seguridad, se les dote de todos los recursos necesarios y suficientes para que sus titulares y todo su equipo de trabajo, logren las condiciones necesarias para entregarse sin pretextos al servicio de la patria.

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