REGIÓN

LOS MUERTOS NO HABLAN EN EL PANTEÓN GUADALAJARA

panteonPor: Redacción/ TEN/ Región

Las irregularidades que desde hace mucho tiempo se han señalado acerca de las condiciones que prevalecen en sitios públicos como lo son, los cementerios municipales en Guadalajara, continúan siendo ignoradas por las autoridades.

LOS MUERTOS NO HABLAN EN EL PANTEÓN GUADALAJARAHace más de un año, este medio, denunció públicamente lo que sucede a plena vista, sin recato ni respeto alguno por los fallecidos y mucho menos por los dolientes.

Los trazos originales del panteón Guadalajara o “Nuevo”, estaban siendo alterados con el consentimiento o complicidad entre las autoridades administrativas del camposanto y los propios trabajadores agrupados y agazapados por sindicatos.

Toda esa estructura trabaja coordinadamente sin que nadie se oponga a los abusos que se han estado cometiendo, desde el desmantelamiento de las tumbas, a las que les quitan todo lo que represente un poco de valor, imágenes, cruces, hasta las lápidas desaparecen.

Peor aún, las calles que anteriormente brindaban un servicio para los dolientes, fueron lenta y sigilosamente ocupadas por fosas que ahora son tumbas, la calle Santa Rita ya no existe y otras como Santa Adriana, cada vez tienen más sepulcros que van quedando rodeados únicamente del empedrado que atestigua el funcionamiento que tenía ese espacio.

LOS MUERTOS NO HABLAN EN EL PANTEÓN GUADALAJARALos regidores en el Gobierno municipal de Guadalajara, se la pasan “de muertito”, omitiendo toda información al respecto.

Sin embargo, mientras esto avanza, algunos de los dolientes que anteriormente llegaban hasta las tumbas de sus familiares, se ven sorprendidos porque a nadie informaron acerca de la colocación de las tumbas en donde antes era el arroyo de las calles, “es como si frente a las casas se permitiera construir otras casas, siendo una calle, no solamente violentan a las personas que adquirimos ese terreno, sino que además afectan el valor patrimonial”, dijo don Miguel, quien a raíz de haber acudido el pasado día de muertos, se dio cuenta que la tumba de sus seres queridos ya no estaba a la orilla de la calle que él ubicaba fácilmente.

Varias son las calles que van invadiéndose premeditadamente, esto a pesar de que existen muchos sepulcros abiertos, sin losas que cubran, sin que haya un poco de respeto a los finados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *