¿UN FUSILAMIENTO SEGURO?
Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.
Después de escuchar y leer durante casi cuatro años “abrazos y no balazos” “que nos quejemos con las abuelitas y mamás” de esos que componen las bandas criminales que pululan por todo el país y que el Presidente de la Republica protege ya que son humanos y tienen Derechos Humanos y al parecer con semejantes criterios, con la más total indiferencia a la impunidad y a la gran cantidad cotidiana de crímenes cometidos por la delincuencia organizada que ha mostrado su gran capacidad armada, tanto en cantidad como en eficiencia; que hoy sale en los distintos medios de información que la Secretaria de la Defensa Nacional, invertirá en armamento seiscientos setenta millones de pesos, ya que entre otras razones que argumenta el Secretario de la Defensa, es porque varios de los elementos que integran la Fuerza Armada que ya han sido dados de baja, toda vez que tiene la información de que esos elementos estuvieron sustrayendo de los almacenes armas y uniformes que luego estuvieron vendiendo a los grupos criminales y que simplemente no se les fijo responsabilidad, hasta penal como es lo procedente, dado que es muy complicado, -según sus palabras-, instaurarles un procedimiento legal, por tanto solamente se les ha dado de baja, no obstante de ser una conducta delictiva y por todo ello es que me surge la interrogante del ¿para qué vamos a gastar los mexicanos esa cantidad mencionada de millones de pesos, si según hasta ahorita la orden del primer comandante de las Fuerzas Armadas es el de abrazos y no balazos? O será ¿que se armara el ejército para enfrentar a la sociedad civil? Inconforme con el desgobierno que impera en todo el país y en particular en el estado de Jalisco, donde un dictadorzuelo manipula los tres poderes a diestra y siniestra, mismos que tiene sometidos totalmente respondiendo así a todos sus caprichos absurdos que solamente han llevado al estado a la época más desastrosa de toda la historia, donde se hace derroche de poder, como en el gasto de la obra pública a capricho, indiscutiblemente al más alto costo y con la más pésima calidad de cualquier obra pública que alguna vez se pudo haber construido en nuestra entidad, es hora de que nos pongamos alertas de nuestro entorno ya que a la vista no hay nada halagüeño que nos pueda servir o tener algún beneficio para los que se quedan después de las últimas generaciones que solo hemos visto la anarquía que existe en las autoridades de todos los niveles y fueros, que nos han llevado a una debacle que presenta un futuro nada positivo para las generaciones que nos suceden a los que ya pasamos los sesentas y más, mismos que no podemos irnos tan cobardemente sin exigir que las autoridades cumplan con su función y si no pueden que sean un poquito honestos y entreguen los bártulos del poder a alguien que tenga palabra de honor, las agallas y la capacidad para sacar a este estado del ostracismo en que desgraciadamente se encuentra y donde las autoridades son tan deshonestas y cobardes que no aceptan la realidad por la que estamos atravesando y que estamos heredando a nuestros hijos y nietos.
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