OPINIÓN

LA JUSTICIA, ESTIÉRCOL SOCIAL

LA JUSTICIA, ESTIÉRCOL SOCIALPor: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal*

En este país se vive la época más oscura de la procuración y administración de justicia, pues en la actualidad, las instituciones son encabezadas por servidores públicos incapaces de ejercer su función adecuadamente.

Hasta hace cinco meses, el máximo tribunal de justicia de nuestro país, estaba encabezada por un farsante del derecho que, si bien es cierto no es ignorante, su actuación fue una de la más marcadas por la corrupción, además de haber llevado a la institución, al sometimiento más inmoral e indigno a fin de cumplir los caprichos y berrinches del ejecutivo federal, evidenciando el más absoluto servilismo del que, no se tenga registro de comparación en la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ese tal Saldívar, se atrevió a dar línea a magistrados y jueces, siendo la peor traición a la institución, pues en estricto derecho, debe de fungir como órgano estabilizador de la sociedad.

Afortunadamente, desde hace cinco meses, comenzó a escribirse otra historia, pues actualmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, está integrada en su mayoría, de ministros cabales y honestos, depositada, en quien ha demostrado ser una gran señora, toda una dama, pero principalmente, una profesionista conocedora del derecho, revestida de todo el honor y la dignidad necesarias para desempeñar dignamente ese honroso cargo, respecto al cual, tanto el foro nacional y todos los sectores de la sociedad,  le reconocemos, apreciamos y respaldamos cabalmente.

LA JUSTICIA, ESTIÉRCOL SOCIALComo quisiera expresarme en el mismo sentido, de quien actualmente preside el Poder Judicial de Jalisco, a quien sí le he de reconocer sabiduría, pero lamentablemente ha dejado entrever una total ausencia de dignidad, de casta, de honor, de credibilidad, de honestidad y lealtad al puesto que, desempeña, pues basta analizar que Jalisco transita por la época más negra de su historia, la más alta corrupción que se haya padecido en todos los tiempos, sometida  al ejecutivo estatal de la forma más cínica, dejando de lado, el propio presidente, su imagen profesional, su trayectoria en la judicatura. Es claro que, es el precio que, ha tenido que pagar al ejecutivo, por haberle otorgado el nombramiento de magistrado, pues en su momento, el legislativo estatal en un acto por igual de obediencia al ejecutivo, le otorgó y ya que, en ese poder, también la sumisión ha sido incondicional.

Hay que recordar además que, también se le permitió a nuestro titular del ejecutivo estatal, designar un fiscal sin cumplir con los protocolos constitucionales, además de designar consejeros de la caricatura, perdón de la judicatura, reprobados en conocimientos y en la fama pública y tolerar la permanencia de un fiscal anticorrupción que, frente a los hechos, ha quedado demostrada su incapacidad jurídica, su evidente corrupción, pues sólo se ocupa en perseguir sin mérito alguno, a quienes le ordena el ejecutivo, blandeado la espada de Damocles, sólo en contra de quien se le instruyó así lo hiciera y dejando de lado, la desbordada corrupción que, en primera y segunda instancia campea en ese poder judicial jalisciense, el cual es manipulado por uno de sus familiares por afinidad, a quien le toca decidir la suerte de jueces y magistrados.

LA JUSTICIA, ESTIÉRCOL SOCIALEste estado de cosas es verdaderamente una tragedia para cualquier sociedad, de ahí que las universidades, tengan la obligación de formar profesionales del derecho con la mejor preparación académica, pero sin dejar de lado, el valor civil, la casta y la dignidad que, deben caracterizarlos al desempeñar esos cargos, pues sólo así será posible, poner un hasta aquí a este infame estatus de procuración y administración de justicia, totalmente devastada por la corrupción.

Estamos sometidos a un imperio unipersonal, tanto federal como estatal. ¡Ya basta! Vamos todos a restablecer el orden constitucional que, sin recato alguno, los ejecutivos, tanto federal como estatal, violentan a capricho y a la medida de sus propósitos.

Vamos también nosotros compañeros abogados, a cumplir con nuestra responsabilidad moral y profesional, dejando la actitud cobarde, la actitud silenciosa, aislada, la que nos ha llevado a los extremos de la anarquía y de la ausencia jurídica no sólo en nuestra querida nación, sino también en nuestro amado estado.

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.

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