OPACA PROTAGONISMO POLÍTICO DEVELACIÓN EN JUANACATLÁN
Lo que pretendía ser un evento monumental para dar reconocimiento a Santos Saúl Álvarez Barragán, el “Canelo” Álvarez, se convirtió en un desfile político en el que los protagonistas fueron los que se aprovecharon del micrófono y las cámaras.
Una lista larga de políticos, locales, estatales y federales, empresarios, munícipes, regidores, “cuates” del presidente municipal Juanacatlense Francisco De La Cerda Suárez; una desorganización general, gente armada resguardando la zona del malecón (algunos con aliento alcohólico), se adjudicaron el derecho de obstruir el acceso a las personas del pueblo, dividiendo en secciones el malecón, en clase VIP y gradería, con una desagradable fragancia expedida por las aguas putrefactas del Río Santiago y los zancudos que al caer la tarde, aparecieron para estar presentes en la develación de la estatua del “Canelo”.
En lo que llamaron Sesión Solemne, para enmarcar tan representativo acontecimiento, el cabildo en pleno, incluyó 15 puntos dentro del programa, entre los que se permitió la intervención de los representantes de los poderes, (estatales) legislativo, judicial y ejecutivo (en ese orden) y permitiendo que una diputada federal por ese distrito, también hiciera gala de su oratoria política.
Mientras en las filas de sillas más alejadas del templete, voces de la gente del pueblo pedía que hablara ya el homenajeado.
Lo cual sucedió finalmente, después de que hablaran casi todos, menos el representante del gobernador del Estado, Juan Enrique Ibarra Pedroza, quien se mostraba incomodo a cada momento.
Se develó el monumento de una tonelada de peso, hecha en bronce, con medidas de 2 metros 13 centímetros, colocada en una base de un metro y 40 centímetros, el campeón de boxeo agradeció el detalle y se retiró para “atender” a los medios en un edificio cercano y a donde solamente se permitió formular 10 preguntas como máximo.