OPINIÓN

PEATONES INVISIBLES PARA ¿AUTORIDADES?

Para las presuntas autoridades poco o nada importa su verdadero patrón: el pueblo. A la generalidad de los empresarios, tampoco. Sin duda son necesarios los trabajos que requiere y exige el crecimiento demográfico y urbanístico. Cada día son menos satisfactorios los servicios públicos citadinos. Aun cuando las obras públicas afecten a los suyos, ni a los “servidores públicos” ni a los empresarios les importa las afectaciones a los peatones, a  locales comerciales, a la vialidad, a la ecología. Y como todo es ganancia para los que manejan la administración, lo demás les importa un bledo.

Por ello la ciudadanía se manifiesta, cierra calles y está contra los gobernantes. Estos hacen lo que les gusta y conviene, a pesar de ser adefesios y perjuicios que, aunque se trata de obras que mejorarán el entorno, antes y después eliminaron empleos, practicidad, productividad y a fin de cuentas… esquilmaron a la gente.

El gran botón de muestra es la construcción de la Línea tres del Tren Ligero. Cifras precisas de afectaciones, son confusas. Lo real es que de punta a punta, cientos de comercios, miles de árboles y cientos de metros cuadrados de áreas verdes, cambios de ruta de los autobuses de servicio colectivo, alejamiento y peligro en el deambular de la gente, son afectaciones que serán heredadas por la presente administración. Hace una semana diez y ocho rutas cambiaron de derrotero.

En cruceros viales importantes desde Guadalajara hasta Tonalá, no hay ni señalamientos, ni personal que coadyuve a la gente, tanto de a pie como en cualquier vehículo. Tampoco hay atención plena de la ciudadanía a la información de bloqueos o cambios de ruta del transporte urbano. No hay pasos peatonales seguros. No hay verdadera coordinación intersecretarial ni en el gobierno del estado n i en los municipios afectados. Hay que recordar la inundación en las colonias aledañas a Alcalde Barranquitas.

Falta mucho para resarcir el daño ocasionado. Si ben la línea tres del tren ligero es una obra de servicio colectivo muy necesaria e importante, no hay  plena responsabilidad para paliar la afectación a la gente. Igual sucede ahora con la pavimentación del Anillo Periférico. Y así ha sucedido siempre. Maltratado el contribuyente, mientras muchas autoridades logran sus caprichos y aprovechan las coyunturas.  Parece que no hay supervisión ni observación de las afectaciones y, en caso contrario, “les vale”.

Los constructores y las presuntas autoridades, saben que el número de vehículos aumenta a diario y en lugar de ampliar vialidades, las que tienen hasta cuatro carriles, quedan en uno. Esto es más congestionamiento vehicular y mayor contaminación. Y…qué pasa?

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