SOLO LA CONCIENCIA NOS HARÁ MEJORES

Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal

Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.

Es innegable que, el juez más justo es la conciencia. La Real Academia Española, define al vocablo como, el conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios.

Desde mi punto de vista, el actuar conscientemente no permite deshonestidad, incongruencia, inequidad, inmoralidad, ni destiempo, porque usted mi amable lector, no me dejará mentir que, para lograr mejorar el contexto mundial, solamente lo vamos a lograr, cuando gobiernos y sociedades de todos los estratos, realicemos nuestros actos con toda conciencia, dado que, la conciencia no permite a quien sí actúa, simular conductas, pues el hacer o el no hacer, estarán delimitados por el sentido moral o ético, propios de la persona.

En tiempos como en los que vivimos actualmente, se hace necesario incluir a todos los géneros, teniendo claro que, actualmente dicho concepto se ha ido ampliando, pues ha permitido una acepción diversa a la que, originalmente usted y yo aprendimos.

Una realidad social como en la que nos encontramos situados, no nos permite divagar en distingos de género, por el contrario, hace apremiante volver a revestir nuestro actuar de honestidad, de congruencia y desde luego, de respeto, tal y  como lo decía el patricio de las américas, don Pablo Benito Juárez García quien sentenció que, entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz, pero desafortunadamente, ni en el contexto estatal, nacional o mundial, ha imperado.

Hoy por hoy, una mayoría hemos olvidado, cuán importante es hacer conciencia en cada uno de nosotros, respecto a la necesidad de vivir en el respeto y consideración hacia otra persona, pues precisamente fue la falta de respeto, la que dio cabida a las guerras, los abusos, los crímenes, las injusticias, los excesos, la corrupción, etc. y desafortunadamente, fue la ambición por el poder, la que rebasó y dejó al lado, todos los buenos propósitos, afectando a ese factor tan fundamental de la conciencia para entonces ocupamos, sólo en el beneficio de unos cuantos, perjudicando con ello a las mayorías.

Es por lo anterior que estimo urgente que, tanto autoridades como sociedad, retomemos y rescatemos el espíritu de la conciencia, ese que, no nos permite injusticias, pues es un juez vertical que, por más que tratemos de engañarlo, nos somete a la verticalidad de nuestras conductas en todos los ámbitos y que, es lo que debemos heredar a los que vienen y a los que ya están.

Algunos como yo, por una razón meramente natural, estamos ya por dejar este mundo y trascender a la historia y por esa sola razón, somos quienes tenemos una obligación mayor de legar, un mundo mayormente digno a los que nos siguen los pasos, pues son precisamente ellos, los que menos culpa tienen de estar percibiendo y recibiendo un estado de cosas tan indecoroso e indigno.