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UN CENTENAR DE VEHÍCULOS EN ZMG NO SE VIERON AFECTADOS POR EL DESABASTO DE COMBUSTIBLE FÓSIL.

Ante el desabasto de combustible de origen fósil, como son las gasolinas y el diésel; la movilidad en la capital jalisciense colapsó en más del 95 por ciento del parque vehicular, largas filas de carros particulares, empresariales y de servicio en espera de cargar combustible (hasta noches completas) y en el menor de los casos, modificando la logística de los conductores quienes sacrificaban su tiempo productivo para obtener el hidrocarburo requerido (miles de horas-hombre improductivas).

«Para muestra, basta un botón» versa el dicho popular; y es que esta medida oficial implementada por el gobierno de la república, no solamente dejó al descubierto a delincuentes que se han enriquecido «ordeñando» los ductos de PEMEX, y creando una denominación de enriquecimiento en el lenguaje popular, el «Huachicoleo».

Lo que este caos ha propiciado, premeditadamente o no, es evidenciar que México continúa inmerso en el tercermundismo y la mediocridad por así convenirle a un sistema arraigado e incrustado en todas las esferas de poder; gobierno, grupos políticos, empresarios e incluso hasta el religioso, por lo que se concluye en señalar de manera dudosa, si aún existe la esperanza para México, para este país del cual realmente sus habitantes se sientan orgullosos de haber nacido aquí.

Independientemente de las evaluaciones que el sector oficial del actual gobierno hacen del conocimiento público, cifras y declaraciones mediáticas que les justifiquen, a la par de acontecimientos lamentables y aparentes carpetas de investigación; todo ello inmerso en un océano de especulaciones en tanto no exista contundencia en la legitimación de este Gobierno federal.

Es aquí donde se requiere detener el camino y analizar si conviene continuar como vamos, destruyendo nuestra casa; y me refiero al planeta no solamente a México, ni al lugar en donde nos desenvolvemos socialmente, nuestro hogar, el único que tenemos, la Tierra.

Dentro de los males el menor también quedó al descubierto, y es que al menos un centenar de automotores no han dejado de circular por las calles de la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG), estos vehículos no son eléctricos ni modelos recientes, se trata de carros y camionetas modificadas, mismas que funcionan con alta eficiencia y bajo costo de mantenimiento, son cero emisión de contaminantes y sustituyen las gasolinas, el diesel y otros combustibles utilizando simplemente agua común y corriente, (sistema hidrógeno).

Este sistema se ha introducido entre la sociedad tapatía de manera «piloto», comprobando la factibilidad de revertir la contaminación ambiental producida por los vehículos tradicionales, de todos los modelos, nuevos y antiguos, lo cual no ha sido aceptado por las autoridades, quienes han argumentado infinidad de excusas a fin de disolver la idea de cambiar a las tecnologías limpias y accesibles.

Queda claro que los planes del gobierno morenista que pretenden la construcción de mayor cantidad de refinerías obedece a millonarios intereses que empresas transnacionales tienen para explotar al máximo los recursos naturales en territorio nacional (antiguamente considerados propiedad de todos los mexicanos), y es que  mientras que en otros países del mundo, naciones se pronuncian en contra de los efectos del cambio climático, pasando de  la demagogia del discurso a los hechos tangibles, palpables y congruentes.

Donde sus gobiernos han eliminando gradualmente los combustibles fósiles de sus vehículos públicos, modificando sus prácticas tradicionales por la implementación de tecnologías limpias, sustentables, estimulando a sus gobernados para eliminar la renuencia a ese cambio mundial, conservando los recursos naturales al máximo a fin de garantizar a las nuevas generaciones de la humanidad un mundo menos depredado.

Pero, México es caso aparte, hay quienes todavía creen que se trata del cuerno de la abundancia.

Volviendo al esfuerzo que unos cuantos habitantes de la ZMG están realizando al no contaminar con sus vehículos modificados; algunos de ellos coinciden en señalar que la modificación practicada a sus automotores, al principio parecía ser una inversión riesgosa, pero los resultados obtenidos han demostrado que no solamente, ha sido la mejor; ya que al no utilizar combustible fósil, no solamente ha convertido a la unidad en NO CONTAMINANTE, a la par se convirtió en un beneficio sustentable, económicamente hablando, pues no hay comparación con el costo de un litro de gasolina y uno de agua de la red domiciliaria, con rendimiento por kilómetro incluso mayor.

A decir de estos ambientalistas (con iniciativa), si existe una manera de reestablecer el medio ambiente de nuestro entorno, lo que parece yacer extinta desde hace mucho tiempo, es la voluntad de los gobiernos para sacrificar sus jugosos negocios depredadores, disfrazados de políticas públicas, tales como la verificación vehicular obligatoria, una herramienta totalmente recaudatoria, que no funcionó con las anteriores administraciones ni panistas ni priistas y que con los emecistas se advierte será implementada de manera inmisericorde contra los propietarios de automotores.

 

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