LAS MUJERES EN GUADALAJARA PODEMOS SER PEORES
Por: Eve Bruna
Hablar de las mujeres parece una generalización tan amplia que se pierde en el significante y el significado. ¿Qué pensamos cuando decimos mujer? ¿Qué significado, es decir, que correlato de ese sonido mujer aparece en nuestra mente? La respuesta es incierta, y los estereotipos se van cayendo como un castillo de naipes. El viento que los voltea es suave, a veces ruidoso y molesto, pero despacio hace su trabajo como la gota que horada la piedra.
El 6 de marzo nos bofeteó una noticia a puertas del 8M. Un joven de 20 años mató con un hacha a tres mujeres. A una en un motel, a las otras dos a pocas cuadras, en una prestigiosa universidad de Guadalajara. No es menor el instrumento, podría haber sido otro. El hacha marca un tiempo, un golpe certero, uno tras otro. Estamos golpeadas, cercenadas. Aquí el significado se hace concreto. Se escucha. Cincuenta y tres mil mujeres salieron a hachar las calles de Guadalajara, con cantos, con carteles, de la mano de sus hijes, con sus amigas, sus madres. Mujeres llorando, regalando abrazos, rezos y fuegos.
La manifestación, como una obra circense, dejó estelas de grafitis en paredes blancas y en vestidos de novias enamoradas. Se escucharon los silencios por las muertas asesinadas. Los pañuelos taparon boca, gargantas y cabezas.
Pasamontañas en días calurosos y bates de béisbol quisieron vengar muertes sobre vidrios ajenos, injusticias insomnes escritas en piedras que rebotaban contra paredes mudas como la sociedad. El hacha filosa que mata y la piedra y la madera redonda que grita penas, broncas y cansancios. Este año el lema fue “Florecemos desde las resistencias”, con esta bandera salió la marcha desde la catedral, encabezada por las Madres buscadoras y al grito de Justicia. Cada año se incrementa la cantidad de personas, según me cuentan. Cada año se llora a más muertas también. Entre 8 y 10 mujeres son asesinadas por día en México.
Luego de caminar más de 30 cuadras bajo el sol cayó la noche. El punto de finalización era la Glorieta de los Niños Héroes renombrada como la Glorieta de las y los desaparecidos, el centro de denuncias sociales ante el silencio de las autoridades. A pesar del cansancio esa noche había muchas ofertas para cerrar un día de lucha. Y como decimos las que decimos “si no hay baile y alegría no es mi lucha”, imposible sino sobrellevar tanta pena. Entre tanta varieté elegí Bruta, una obra de comedia clown de la mano de la Compañía Les Cabaret Capricho en un centro cultural llamado Foro NMOR LAB. Tres mujeres. Tres amigas. Se juntan a tomar un té o un rompope, a bailar al compás de un piano y un espejo, a volar, a jugar. Tres amigas que se ríen de ellas y con nosotrxs y que también nos invitan a pensarnos, juntxs. La puesta final es magnífica, el día 8M nos abraza junto a la obra de estas tres artistas (Violeta Castro, Erandeni Nava y Gin Rodríguez) que nos meten en un marco metafórico en donde los cuerpos quieren ser de un modo y simplemente son como son. “Se me está yendo todo” nos dice una cajita a sus pies y se ven irse…