TECNOLOGÍA

CHATGPT, LAS POSIBILIDADES DE LA PRODUCCIÓN ACADÉMICA

Por: Jaime Navarro Saras*

El ahora conocido como ChatGPT, no es otra cosa que un prototipo de Chatbot de inteligencia artificial y reconocido como un gran modelo de lenguaje, el término procede de las siglas en inglés de Generative Pre-trainned Transformer (en español Transformador Preentrenado Generativo) y el cual se lanzó el 30 de noviembre de 2022, hace escasamente 104 días, lo cual es muy poco tiempo para el calendario de vida, pero para el mundo virtual toda una eternidad.
Este chat, si bien aún no logra la popularidad que han alcanzado las redes sociales como Facebook, Twitter o WhatsApp, por sus características no tarda en penetrar en todas las esferas de la sociedad, principalmente el mundo de la educación, la academia, la investigación y en las áreas laborales, tanto públicas como privadas.
De entrada, el ChatGPT es sumamente atractivo por las posibilidades de su uso, es capaz de redactar un proyecto laboral o académico en cuestión de segundos o localizar bibliografía a la velocidad de la luz, incluso redacta artículos o ensayos de cualquier tema, toda vez que tiene acceso a muchas bases de datos y como cosa del demonio es capaz de redactar con un estilo similar a un autor con nombre y apellido.
Visto como una herramienta y un auxiliar laboral para empleados, profesionistas de diversa índole y, sobre todo, para estudiantes, sin duda que es algo que vendrá a ahorrar tiempos en la búsqueda y generación de información, ensayos, proyectos a desarrollar y hasta tesinas, tesis, informes académicos o discursos.
Lo contrario a ello serán las prácticas donde reine el plagio y el robo de ideas tan de moda recientemente y, por supuesto, abundarán y saldrán por debajo de la piedras merolicos y falsos profetas de la academia con esa herramienta a su alcance y disposición.
Hablando de educación, principalmente en la educación básica, los docentes deberán tener mucho cuidado con las producciones de sus alumnos ya que, es lastimoso recordar, que cuando se empezaron a introducir las computadoras a la escuela y el Google reinó las búsquedas de información, el nacimiento de las prácticas del copy, paste, cut (copiar, pegar y recortar textos) fue toda una realidad, a la fecha sigue reinando sin que exista legislación valedera para castigar a quien lo hace y que en poco ayuda al desarrollo de nuevas ideas.
Con la llegada del ChatGPT a las aulas bien valdría la pena que la SEP pueda generar una normatividad (no importa que lo haga desde el ChatGPT, que si lo da), para regular el contenido que se desarrolle en las aulas y cuidar las prácticas de plagio en los productos académicos que se generen, ya que, tarde que temprano repercutirá en las estructuras cognitivas que puedan o desarrollar estudiantes y docentes, procurando con ello, que no suceda lo que hoy en día la práctica del plagio ha hecho contra la academia.
De igual manera y para dar cuenta de los alcances del ChatGPT, le solicité algunas ideas sobre su uso en el aula y, a la instrucción de preséntame algunas experiencias escolares sobre el uso del ChatGPT esto me generó:

¡Por supuesto! Aquí te presento algunas posibles experiencias escolares sobre el uso de ChatGPT:

1. Aprendizaje de idiomas: Un profesor de idiomas podría utilizar ChatGPT como una herramienta para ayudar a los estudiantes a practicar el idioma en conversaciones simuladas. Los estudiantes pueden interactuar con ChatGPT en el idioma que están aprendiendo, y recibir respuestas en ese mismo idioma. De esta manera, los estudiantes pueden practicar su habilidad para comunicarse en el idioma de una manera más dinámica e interactiva.
2. Investigación de temas complejos: ChatGPT podría utilizarse como una herramienta de investigación para temas complejos en varias materias. Por ejemplo, un estudiante que está investigando un tema de historia podría usar ChatGPT para hacer preguntas y recibir respuestas más detalladas y específicas sobre el tema. Esto podría ser particularmente útil para estudiantes que tienen dificultades para encontrar información en las fuentes tradicionales.
3. Pruebas de comprensión de lectura: ChatGPT podría utilizarse para crear pruebas de comprensión de lectura automatizadas. Los estudiantes pueden leer un pasaje y luego responder preguntas sobre el mismo en una conversación con ChatGPT. ChatGPT puede evaluar las respuestas de los estudiantes y proporcionar retroalimentación inmediata.
4. Ayuda con las tareas: Los estudiantes pueden utilizar ChatGPT para recibir ayuda con sus tareas escolares. Por ejemplo, si un estudiante está teniendo dificultades con una ecuación matemática, puede usar ChatGPT para recibir ayuda con los pasos para resolver la ecuación. ChatGPT puede proporcionar una explicación paso a paso que el estudiante puede seguir.
5. Desarrollo de habilidades de escritura: ChatGPT podría utilizarse para ayudar a los estudiantes a desarrollar sus habilidades de escritura. Los estudiantes pueden practicar la escritura de ensayos o historias y recibir comentarios en tiempo real de ChatGPT sobre cómo mejorar su escritura. ChatGPT puede sugerir sinónimos, frases de transición, estructura de párrafos, y otras técnicas para mejorar la calidad de la escritura del estudiante.

Pero en fin, el uso del ChatGPT implica una enorme responsabilidad para quien lo use (tanto en la academia como en la vida laboral y/o en lo personal), en ello tendrá que tener ética para reconocer lo que no es suyo, explicitar las referencias, la autoría original y la propiedad intelectual de a quien pertenecen las ideas plasmadas en los trabajos presentados a nombre propio, aunque sabemos de sobra que eso no sucederá porque vivimos en un mundo donde el esfuerzo de los otros no es valorado ni reconocido, y mucho menos al que se le pague derechos de autor, por lo tanto y en lo sucesivo, debemos tener cuidado para registrar nuestras producciones e ideas conforme a la ley para tener elementos legales en contra del plagio o la copia de nuestras ideas sin que se nos cite, pero en fin…

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

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