EL DÍA DESPUÉS DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y
Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos
de la Universidad de Guadalajara.

Un día muy importante para la grey católica, por el renacimiento del Cristo crucificado, al que se le tiene una fe absoluta y sobre todo un gran sector de la comunidad jalisciense y pareciera que la autoridad federal como estatal profesan la misma fe y religión, pero lo más seguro es que la resurrección solamente lo ven para ellos en lo persona y los suyos, porque no se le ve, desde siempre, que tan siquiera tuvieran piedad de las víctimas y sus familiares, pues hasta ahorita no sabemos que ningún familiar desaparecido o asesinado hayan sido beneficiados por la resurrección, sino que cada día más y más se derrama la sangre por todo el país y en nuestro estado, se agrava más el ataque a las mujeres, manteniendo el primer lugar nacional en feminicidios; que bueno, que el gobernador fue invitado por el gobierno norteamericano, para que conozca los mayores avances en la tecnología para combatir a la delincuencia, así como en el área de ciencias forenses, que ojala por lo menos esta especialidad de la ciencia le atraiga tantito y le ponga la más elemental atención o interés para que los familiares de las victimas padezcamos menos su indiferencia y le invierta cuanto le sea necesario, que de antemano sabe que no le genera ninguna utilidad en lo personal, desde el punto de vista económico, que esperemos que en la conciencia lo reciba, porque en la sociedad en general se lo habrá de reconocer, pues estos temas son de extremada urgencia para todo el país, pero por lo menos esperamos que esta gira del gobernador que va por cuenta del erario público del vecino país del norte y no del nuestro lo aproveche en su máxima expresión en beneficio de nuestra entidad, que es lo que mas demandamos, la seguridad publica y que deje para muy después el negocio de la obra publica, que nos interesa a todos pero igualmente que sea después de superar la crisis de las muertes violentas y desapariciones.

Ojala y estas fechas pascuales despierten el más elemental principio de justicia en todas las autoridades responsables de administrarla y procurarla y que sea cual sea el cargo público que tengan los responsables actualmente se les aplique el estado de derecho en todos sus términos, aunque gocen de la confianza del presidente de la república o del gobernador del estado, trayéndose a cuenta, desde los más encumbrados, como lo es el Fiscal General de la República, la Fiscal de la Ciudad de México, los agentes del ministerio público, los jueces y magistrados que participaron en el asunto del hermano del Fiscal General, que valiéndose de su poderío logro un capricho repugnante y reprobable, como lo fue el someter a la fiscalía de la Ciudad de México y al Poder Judicial, para encausar a dos mujeres, que por resolución del Pleno del Máximo Tribunal de este país, se resolvió, que los hechos por los que se procesaron a esas mujeres, ni tan siquiera los hechos denunciados constituían un delito, previamente tipificado por la ley, como así lo mandata la Constitución Mexicana y se cumpla con la ley y se desoiga el berrinche presidencial de que no se le venga con que la ley es la ley, lo cual resulta una vergüenza mundial para todos los mexicanos, que el primer mandatario de la nación se oponga al cumplimiento de la ley y que el Congreso de la Unión, que es el responsable del desempeño del servidor público de esa envergadura, lo llame a cuentas y deje de estar, la gran mayoría que lo constituye, incurriendo por omisión, igualmente en una actitud totalmente reprobable y como consecuencia en una responsabilidad en la misma proporción.

Nada que presumir en la tierra de grandes juristas, como se le llamaba al estado de Jalisco, ya que los Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, han incurrido en conductas de tal gravedad que se toman atribuciones que la ley no les permite, lo que constituye un delito, pues como es sabido, acordaron por mayoría el desempeño de magistrado a una persona, sin tener la facultad para hacerlo ya que es exclusiva del Congreso del Estado.

Que poco hay que decir de la justicia federal en Jalisco, ya que por un lapso de siete años se mantuvo indebidamente, como consecuencia de la sentencia de amparo en la que se concede la protección de la justicia federal a una juez quejosa, que por contar con todos los requisitos de ley para ser nombrada magistrada, el Congreso del Estado, como es su estilo, desafortunadamente, designo a una persona que ni tan siquiera carrera judicial tenia para haberlo nombrado, causando graves perjuicios a la administración de la justicia jalisciense.

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