EL ÁRBOL DE DIOS Y DE NAVIDAD A LA MEXICANA
Por: La Periodista Mariana Navarro Macías
Los árboles son símbolo de vida que da sustento, sombra y cobijo. Al estar apuntando hacia el cielo, varias culturas los relacionan con lo divino y en México no es la excepción.
Pero déjeme contarle cómo empezó todo, aprovechando el frío de temporada, tome un chocolatito caliente y acompáñeme a vivir entre líneas y párrafos, cómo empezó esto del árbol de navidad.
Cuenta una leyenda que San Bonifacio llevó el Cristianismo a la región de Alemania usando la forma triangular del abeto para describir la Santísima Trinidad. Los convertidos veneraban el abeto como “el árbol de Dios”.
Así, el árbol navideño comenzó a difundirse no sólo en el Imperio británico, sino también en parte de
Europa, principalmente en el norte, después, de forma maravillosa llegaría a nuestra patria.
VESTIGIOS DEL PRIMER ÁRBOL NAVIDEÑO A LA MEXICANA
Hacia 1850 se registró un movimiento migratorio proveniente de los estados del suroeste de Alemania.
Familias de clase media y empresarios alemanes llegaron a la capital y a otras ciudades mexicanas por motivos políticos, dada la situación general en Europa. Estos inmigrantes alemanes contribuirían de forma importante en el desarrollo económico de México y quizás sin proponérselo contribuyeron a la formación de la tradición del árbol de navidad.
Sobre el primer árbol de Navidad en México, sus primeras referencias quedarían registradas en nuestra historia, gracias a las cartas de un soldado austriaco durante la Segunda Intervención francesa.
Por él existen referencias de que esta práctica de poner árboles de navidad en nuestro país, ya era realizada por algunas familias europeas, principalmente alemanas, establecidas en nuestra patria, ello desde principios del siglo XIX. Una referencia de una celebración navideña en México con un árbol decorado proviene pues de la carta que el teniente Ernst Pitner escribió, pues tenía la costumbre de redactar con cierta frecuencia cartas a sus familiares y amigos en Austria, principalmente a su madre.
Sucedió que durante la invasión francesa de (1862 a 1867), el joven austriaco, se vio forzado a pasar la Navidad de 1866 en Monterrey México.
En una carta escrita el 15 de enero de 1867, durante los días finales de su cautiverio en la capital de Nuevo León y dirigida a su madre en Viena, Pitner hizo los siguientes comentarios, relatando como había celebrado la Navidad de 1866 en tierras mexicanas:
“No dudo que has pasado contenta esta época de fiestas. Yo también aquí en Monterrey, e incluso hasta con un árbol navideño, algo que durante algún tiempo no había visto. Fui invitado para esa ocasión por tres familias alemanas establecidas aquí y la pasé con cada una de ellas”…
Así, sin proponérselo, el teniente Pitner dejó un registro sobre esta tradición ya integrada a la cultura mexicana.
Pero déjeme seguirle contando, para que usted también, en las charlas que llegarán pronto en la cena familiar, cuente que leyó de esta humilde periodista algo que investigó para ustedes.
Le cuento pues, cómo fue cambiando el dichoso árbol.
EVOLUCIÓN DEL ÁRBOL NAVIDEÑO EN MÉXICO Y EL MUNDO
Los emperadores, Maximiliano y Carlota, se instalaron en el Castillo de Chapultepec y para la primera Navidad en tierras mexicanas, es decir, la del año 1864, se mandó instalar un fastuoso árbol de Navidad que sería el asombro del pueblo mexicano.
El árbol de Navidad llegó en 1878, ya con raíces más mexicanas, cuando el general Miguel Negrete, ministro de Guerra durante la presidencia de Benito Juárez, retomó la tradición.
Durante el siglo XX el árbol navideño, ya popularizado en casi todos los hogares, sufrió transformaciones y modas. En los años sesenta, en una época de constantes transformaciones y caracterizado por la carrera espacial, crean el pinito de aluminio.
En la década siguiente, los 70, aparecen los árboles de plástico y para los noventa, con las modas ecológicas, regresan los pinos naturales victorianos.
Y hablando de ecología, permítame contarle a usted, algo que descubrí investigando y que de seguro le llamará la atención, ¿sabía usted que en México, ya se rentan árboles para permitirles seguir vivos?
Pues sí, siga leyendo…
Jalisco ha ido creciendo turísticamente, pero también en la conciencia ecológica de sus pobladores.
EN JALISCO SE RENTAN ÁRBOLES DE NAVIDAD
Los árboles de navidad se rentan, si, lo leyó usted bien, en Jalisco nació una tradición fuera de lo común en este siglo XXI: “El árbol de navidad puede rentarse y es una opción ecológica y viable”.
El Rancho EL PARAÍSO es una oportunidad para quienes vivimos aquí en Jalisco, de tener un árbol vivo y darle permiso de seguir creciendo y volver a la naturaleza, el lugar está ubicado en el kilómetro 11.5 camino a Atemajac de Brizuela.
Un dato curioso que debe saber es que lo renta a través de su página de internet y luego usted lo devuelve tras la temporada navideña, el tipo de árbol es un Douglas Fir, una de las variedades más hermosas y frondosas de árboles.
En el resto del país usted puede encontrar opciones maravillosas en el Directorio nacional de productores de árboles de Navidad, para que así usted le dé opción a la madre naturaleza de seguir muchos años brindándonos la oportunidad de festejar navidad sin destruir sus árboles.
Y ya que estamos en periodo navideño le doy un dato más como colación para la sobremesa.
DE CÓMO EMPEZÓ A ADORNARSE EL PINO
Durante el siglo XIX el árbol de Navidad era adornado con manzanas y velas, las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo, y conforme pasó el tiempo las manzanas y las velas se transformaron en esferas, luces y otros adornos.
En México se acostumbra colocar 24 o 28 esferas al árbol de Navidad, dependiendo los días que dure el Adviento.
Los niños pueden elaborar sus propias esferas con una oración o un propósito en cada una. Conforme pasen los días, las van colgando en el árbol de Navidad hasta Nochebuena.
En Estados Unidos en 1882 fueron patentadas las “luces navideñas”, y en 1892 los ganchos de metal para colgar las esferas u otros artículos decorativos en los árboles.
En México, las maravillas de cristal suspendidas, llegan a mediados del siglo pasado.
En la tradición católica, el color de las esferas simboliza las oraciones que se realizan durante el Adviento.
Las esferas navideñas significan los dones de Dios: sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, piedad, fortaleza, temor a Dios.
Dones que, ¡ah como le faltan a algunos y les “sobran” a otros! , ojalá que el árbol de navidad mexicano venga cargado de buenos deseos , de esperanzas y de realidades de mejora que tanta falta les están haciendo a nuestra nación ..
