UNA PROPUESTA CINEMATOGRÁFICA AMPLIAMENTE RECOMENDABLE
Por: Alejandro Trujillo*/ TEN/ Cultura
“No nos moverán”, la ópera prima de Pierre Saint Martín que nos pone frente a un espejo reflexivo.
La cinta de Pierre Saint Martín, hace un año, en la pasada Feria Internacional del Cine en Guadalajara, ganó el premio Mezcal a Mejor Película Mexicana y se llevó, también, el premio del público, además de ser galardonada con el premio a Mejor Actriz para su protagonista, Luisa Huertas.
En los premios Ariel, celebrados este año en Puerto Vallarta, la película se llevó cuatro estatuillas en las categorías de Mejor Ópera Prima, Mejor Guion Original, Mejor Revelación Actoral y Mejor Actriz.
La película tiene un impulso genuino que le ha llevado a cobrar una mayor fuerza, una que le ha mantenido 14 semanas en salas de cine comerciales, cautivando especialmente a audiencias jóvenes, evidenciando la profundidad y resonancia de un problema que, si bien en algunos lapsos de la historia del país parece haberse mitigado, no ha sido superado: la violencia y la desaparición forzada.
La cinta aborda la vida de una abogada dispuesta a encontrar al asesino de su hermano en hechos ocurridos en aquella masacre del Dos de Octubre en la plaza de Tlatelolco, en la Ciudad de México, y ha fungido como un hilo transgeneracional para instaurar una reflexión sobre nuestra realidad.
El productor de la cinta, Pierre Saint Martín, reconoce que su ópera prima ganó mayor notoriedad tras ser galardonada en la pasada Feria Internacional de Cine en Guadalajara, pues siempre es una vitrina importante para amplificar puertas. “Eso ayudó a consolidar varias cosas pendientes», mencionó: «Hizo que tuviéramos un movimiento más mundial, y sí, estuvimos tres meses viajando, presentando la película en diferentes sitios de Europa, Sudamérica y México, y eso dio bastante visibilidad y cambió la suerte… Ha sido una película que se ha creado con el tiempo, el tiempo la ha beneficiado, muchas serendipias, o coincidencias afortunadas, que nos han permitido estar donde ahora”.
Saint Martín recuerda la planeación de la cinta, una etapa en la que se propuso escribir el mejor guion posible y estudió junto a su equipo de trabajo cómo enfrentar el reto de la manera más eficiente para aprovechar la oportunidad que se obtuvo con un fondo de producción. Enfatizó que, aunque exista una correcta planeación, siempre se tiene que estar preparado para afrontar imprevistos: “Tienes que trabajar con cosas que sí son lo que tú quieres, y a veces no son exactamente lo que tú quieres”, reconociendo que la parte de difusión de la película es en la que menos control se tiene.

Una de las fortalezas de “No nos moverán” ha sido su conexión con los jóvenes. Ellos han sido quienes han mantenido este impulso de la película en salas de cine tras ya casi 14 semanas, refiere Saint Martín: “Yo tengo un poco la sensación, al ir a universidades, al tener auditorios llenos, muy ávidos, en los que los jóvenes se acercaban y me decían haber visto la película tres o cuatro veces en el cine, lo cual para mí es algo inédito. Que la gente vaya al cine, de por sí ya es difícil… fue una película donde los jóvenes iban a ver el 68”.
Para el joven cineasta, su ópera prima versaría más sobre el dolor familiar y las reminiscencias que ello arrastra. Sin embargo, la cinta, como todo en el arte, cobró su propia vida y tomó su camino, resignificándose y planteándose para las jóvenes audiencias como el nuevo “Rojo Amanecer”, lo que le ha sorprendido: “Que fuera el ‘Rojo Amanecer’ de las nuevas generaciones, por así decirlo… o sea, yo jamás lo planeé, nunca me atravesó por la cabeza, y ahora eso es lo que está pasando, pero siento que ese no era el ángulo. Esas cosas te las regala la vida, suceden de pronto y ya… La misión era hacer la mejor película, una película que emocionara, honesta y que nos gustara a todos”.
“No nos moverán” se traslapa con épocas convulsas, de desapariciones y angustias, esas mismas que se muestran en su historia. Y la cinta justamente está en este abrazo, en esta aceptación de la época compleja que estamos padeciendo», señala Saint Martín.
«En mi opinión, el 68 es uno de los cimientos más fuertes para poder comprender la época que estamos viviendo: la guerra del Estado contra los civiles y que no es una cosa exclusiva de México, sino de todo el mundo, donde el Estado tiene vínculos muy frágiles con la sociedad civil y los intereses civiles. Y los civiles tienen poco sentido de comunidad, como poco sentido de preocupación por el otro. Cada vez hay como un proceso de individualización”, refiere Saint Martín, y a su vez recalca que lo que se pretende es observar, tras un pasado trágico, una esperanza y un poco más de humanidad.
“No nos moverán” se encuentra aún en salas de cine, llegando a su semana 14, y quizá pueda alcanzar la número 15, para luego poder estar en diversas plataformas. Además, la cinta representará a México en los Oscar y en los premios Goya.
*Periodista en innovación, emprendimiento y cultura
