Tras un muestreo realizado en verduras, frutas, legumbres y tubérculos que se ofertan en tianguis, mercados y huertas de las localidades de Ciudad Guzmán y San Andrés Ixtlán, en la región Sur de Jalisco, investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) identificaron presencia de neonicotinoides.
Se trata de uno de los mejores plaguicidas contra insectos y plantas debido a su persistencia, pues no sólo se adhiere al vegetal, al aire, agua y suelo; también al cuerpo humano, ya sea de quien lo aplica en los sembradíos, pero también de quien consume el producto.
“Los neonicotinoides son buenísimos como pesticidas, pero son altamente tóxicos. Son siete los tipos de neonicotinoides permitidos para utilizarse en México; no obstante, en otros países están sumamente prohibidos tras identificar la toxicidad, sobre todo en polinizadores como abejas, pero también en la salud humana”, comentó la Coordinadora de la maestría en Ciencias de la Salud Ambiental del CUCBA, doctora Silvia Lizette Ramos de Robles, quien ha realizado estudios sobre dichos plaguicidas y su presencia en las abejas.
“Son tan efectivos que se traslocan en toda la raíz, tallo, flor y fruto. Son tan solubles que se filtran al subsuelo y contaminan el agua de ríos y lagos. Son hasta diez mil veces más tóxicos que el diclorodifeniltricloroetano (DDT), un plaguicida ampliamente utilizado después de la Segunda Guerra mundial”, agregó.
En el estudio se tomaron muestras de frambuesa, fresa, manzana, naranja, plátano, guayaba, mandarina, uva verde, aguacate, cebolla, chayote, jitomate, elote blanco y amarillo, pepino, papa, frijol y tortilla. Fueron dos muestras de 50 gramos de cada una por cada alimento, mismas que fueron enviadas al Laboratorio de Alimento y Agricultura de la Universidad de Guelph, en Ontario, Canadá, resultando con presencia del plaguicida.