DEPREDADORES INMOBILIARIOS VAN CONTRA LA RIQUEZA NATURAL DE TONALÁ.
A las afueras del Oriente del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) existe un paisaje natural que se funde con la Barranca del Río Santiago. Paulatinamente, este entorno está cambiando con la construcción de núcleos urbanos en terrenos que –aunque están proyectados para ser ocupados– reducen los remanentes de espacios naturales.
El profesor investigador del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), doctor José Luis Águila Flores, quien ha estudiado la urbanización en el Municipio de Tonalá, explicó cuál sería el futuro de la ocupación de las reservas urbanas, que están consideradas en los planes parciales de desarrollo.
“El Municipio de Tonalá actualmente está urbanizado entre 30 y 40 por ciento, y todavía queda 50 por ciento como reserva urbana; es decir, donde se pretende construir. Muchas de esta zonas, aunque están clasificadas en los planes parciales como reservas urbanas, cuentan con mucho arbolado”, indicó.
Si se sigue construyendo al ritmo actual, en cinco o 10 años estas zonas se volverán parte de la ciudad, con lo que se alterarán los paisajes naturales de esa zona, sobre todo los que se pueden observar cuando se transita por la carretera a Zapotlanejo, dijo.
Indicó que son las oficinas de Ecología de los ayuntamientos las que deben hacer que las inmobiliarias respeten las zonas arboladas, aunque los terrenos estén contemplados como reservas urbanas susceptibles a ser urbanizadas; es decir, “que entiendan que no tienen que destruir todo a su paso y que pueden contemplar la naturaleza en sus proyectos”.
Según el Sistema de Información Geográfico, Ambiental, Territorial y Cambio Climático (Sigatycc), Tonalá posee en su territorio: bosque de encino (al centro sur del municipio), selva caducifolia (en el margen de la barranca), agricultura de temporal y vegetación inducida; estas dos últimas son las que proliferan más en el margen de la carretera a Zapotlanejo.