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«NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE».

"NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE".
En la colonia Santa Cecilia, con motivo del día de la patrona de los músicos, la avenida principal quedó convertida en parque de diversiones, provocando más molestias que júbilo.

Tal y como versa este dicho popular, se aplica literalmente en lo acontecido en el marco «pagano religioso» en torno a la celebración católica del día de Santa Cecilia. A diferencia de otros años, en esta ocasión desde un día anterior al 22 de noviembre (día de la patrona de los músicos) en la colonia que lleva este nombre, al oriente de Guadalajara, fueron colocados los tradicionales juegos mecánicos (como nunca antes), y es que a decir de los vecinos, «año con año estamos en espera del día de Santa Cecilia, pero nunca había sucedido que cerraran la avenida principal desde

"NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE".
Al Norte de la avenida Joaquín Amaro en su cruce con la calle Miguel Mendoza fue colocado como límite esta estructura, obligando el cierre a la circulación.

un día anterior y eso si afecta en general» así lo señaló Don Rogelio que regresaba de una cita médica y se vio forzado a caminar más del doble de la distancia donde lo dejaba su camión.

Y es que, desde la tarde del jueves 21 de noviembre la avenida Joaquín Amaro (la principal que cruza esta colonia) y que es utilizada por las rutas de transporte público, 320A, 321, 258, 602 y 19, sin aviso alguno, fue tomada por los dueños y encargados de los juegos mecánicos, provocando un verdadero conflicto vial que colapsó los

"NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE".
Al fondo se observa una rueda de la fortuna, colocada al Sur de la avenida Joaquín Amaro con su cruce la calle Velino M. Presa, como límite del improvisado parque de diversiones callejero.

servicios como el transporte público, aseo, repartición de agua, circulación de vehículos de los vecinos y la entrega de productos a los comercios establecidos.

Según los vecinos inconformes, la tarde noche del jueves, las atracciones comenzaron a funcionar al público, para atraer a los curiosos utilizaron música y equipos de sonido a alto volumen durante varias horas, sin que ninguna autoridad les advirtiera sobre la contaminación auditiva que generaban.

A la par que, por ser horas de regreso a sus hogares, muchos vecinos se vieron forzados a dejar

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