OPINIÓNPOLÍTICA

EL PODER SIN PODER

EL PODER SIN PODERPor: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal
Director del Observatorio Académico de Justicia y
Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos
de la Universidad de Guadalajara.

Es lamentable tener que reconocer que los poderes legalmente constituidos en los tres niveles de gobierno, al día de hoy estén confesos públicamente dada su incapacidad, su falta de talento, su falta de valor y desde luego, la falta de infraestructura adecuada para poder garantizar a la sociedad mexicana a la que se deben, uno de los derechos humanos consignado en la carta magna, pues en dicho ordenamiento está debida y ampliamente plasmado, el mandato de que los tres niveles de gobierno, tiene la obligación de garantizar a la sociedad el derecho fundamental de la paz pública.
A lo largo de todo el contexto de la Constitución, están regulados en todos su términos, otros derechos, como lo vienen a ser, el derecho a la vida, a la propiedad, a la salud, a la educación, a la vivienda digna, etc. etc. etc.
EL PODER SIN PODERDigan lo que digan nuestros gobernantes en turno, desafortunadamente está escrito en la ley, el reconocimiento expreso del delito de delincuencia organizada y ahí tenemos a seiscientos veintiocho legisladores que así lo aprobaron, cuya publicación correspondió al gobierno federal y que el Poder Judicial de la Federación lo reconoce.
Aquí en nuestro estado, aunque el gobierno pretende evadirlo, cualquiera que sea el tipo de delito, todas las autoridades sin importar el fuero, tienen el deber de combatirlo, de prevenirlo y de sancionarlo y nosotros la sociedad, tenemos la obligación de exigir al gobernante en turno, el cumplimiento de su deber, para el cual se propuso cuando buscaba llegar a las distintas instancias del gobierno.
EL PODER SIN PODERToda la sociedad, pero de manera muy particular mi gremio, dado que conocemos el contenido de la ley, tenemos la obligación de exigir el cumplimiento de su deber a nuestro gobernante, es el momento de sacudirnos el pánico en que vivimos todos los días, a todos horas, pues en cualquier parte de nuestro estado, conocemos de acciones en las que el derramamiento de sangre se hizo presente de la forma más cruenta. Todos los días estamos presenciando la desaparición indiscriminada de personas, el detrimento de nuestro patrimonio y que las instituciones encargadas de la administración y la impartición de la justicia, se encuentran totalmente desvencijadas, pues éstas no cuentan con el personal suficiente, conocedor y debidamente capacitado para investigar los delitos. No poseen el equipo y el material suficiente, idóneo y necesario para garantizarle a la sociedad, ese derecho humano tan valioso como lo es la seguridad pública en todos sus términos y que hay decirlo con toda claridad, ésta es más urgente que un nuevo tren anti ecológico en el sureste o vialidades suntuosas innecesarias en nuestro estado o las limosnas del pasaje que se le han asignado a las mujeres vulnerables bajo el programa “Mi pasaje” que, dicho sea de paso, quedan exentas de dicho programa, todas aquellas mujeres no vulnerables, como si estas últimas vivieran en la opulencia.
Hace unos días López Obrador expresaba que, “todos los seres humanos tenemos miedo”, sólo los imbéciles no, pero el valiente es aquel que supera el miedo racional y hoy en nuestro estado como todo el contexto nacional, tenemos la necesidad de contar con otras autoridades, autoridades que no mientan, que no se justifiquen y que cumplan con su deber y todos nosotros, los conocedores del derecho, debemos encabezar las demandas del cumplimiento del deber a quienes no lo están haciendo para lograr sustituirlos por quienes efectivamente sí cumplan con semejante tarea, haciendo uso del honor, de la dignidad, del valor civil, inclusive a costa de la vida misma, hagamos que nuestro municipio, nuestro estado y nuestra nación, recobren de inmediato la paz social en todos sus términos, pues desgraciadamente hoy está ausente y a la vista, sólo nos queda una realidad, quienes ejercen el poder están carentes no sólo de lo necesario sino de lo indispensable para alcanzarla.

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