LAS BECAS DE CONAHCYT Y EL CAOS QUE SE VIENE PARA LAS UNIVERSIDADES EN MÉXICO
Por: Jaime Navarro Saras*
Mientras la comunidad educativa se enfrascaba la semana pasada en los debates acerca de la distribución de los libros de texto gratuitos en educación básica, así como la polarización de bandos a favor y en contra de las políticas educativas propuestas desde la Nueva Escuela Mexicana y que a la fecha se sigue generado mucha tinta y abundantes contenidos en las redes sociales y demás canales de comunicación, al mismo tiempo y con poca prensa se daba a conocer la suspensión de becas a estudiantes para el estudio de posgrados (especialidades, maestrías y doctorados) tanto en universidades, centros e instituciones de educación superior públicos y privados.
A decir del Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), sólo el 18% (542) de los 2 mil 942 posgrados del Sistema Nacional de Posgrados son considerados prioritarios para recibir una beca, lo cual pone en crisis a las universidades y demás instituciones de educación superior (aunque más los que reciben financiamiento público), ya que, la mayoría de estudiantes que obtienen una beca no generan ingresos propios y es, gracias a la beca, de donde logran subsanar los gastos personales y lo que requieren para cursar los estudios.
Sabemos que el posgrado en la educación superior es el detonante para muchas cosas, entre otras hacerse de recursos para solventar lo que no alcanzan a generar con la nómina y el presupuesto que reciben año con año, el posgrado también funciona para poder mantener un número seguro de estudiantes y es gracias a la beca que éstos reciben y, paralelamente, los docentes que investigan conforman equipos y grupos de investigación con los mismos becarios y sin costo extra (por contratación) para las universidades.
Esta realidad ha generado protestas e inconformidad por todas las universidades afectadas, el caso de la Universidad Autónoma de Querétaro ya anunció un amparo porque se les está condicionando la eliminación del cobro de cuotas por becas; lo mismo en Chihuahua donde la reducción de becas fue del 90% y (a decir de su gobernadora) el argumento que utilizó el Conahcyt fue de que con esas becas se estaba imponiendo una ideología capitalista, acusando, además, de que la federación lo está haciendo en represalia por su postura de oposición ante la distribución de Libros de Texto Gratuitos; en el caso de la Universidad de Guadalajara, aun no se toma una postura oficial más allá de reunir a sus equipos y dar cuenta de su realidad, (78% de los posgrados no elegibles de beca y 22% está en revisión).
¿Qué sigue?, de perdurar la decisión del Conahcyt y si éste mantiene los números de posgrados no elegibles para una beca, las universidades entrarán en una crisis nunca antes vista, principalmente para captar aspirantes de posgrado, ya que en los estudiantes recaerá todo el costo que se derive de los estudios, por lo cual, la mayoría de jóvenes que las cursan carecen de ingresos que les permita acceder a éstos, en tanto, los $12,614.80, $14,191.65 y $18,922.20 (según el tabulador de becas 2023 por mes) para acceder a una especialidad, maestría y doctorado respectivamente será el detonante o la barrera para ingresar o no un posgrado, por lo cual (y si no fallan los números del Conahcyt) se viene una desbandada de estudiantes, a menos que las propias universidades recuperen o gestiones recursos a nivel local o con patrocinadores a cambio de servicios, por decir algo.
De igual manera, la realidad que está por venir, abrirá nuevos panoramas para la investigación y el conocimiento que se pueda generar desde los posgrados para insertarse en las necesidades que el país (o este gobierno) requieren, en tanto, a las universidades no les queda de otra, o se adaptan a ello o toman el tema de las becas como bandera para hacer política con los partidos políticos no ligados al gobierno federal y que ello les den dividendos en cara a la elección de 2024, pero en fin, el asunto apenas inicia y por el momento el Conahcyt les va ganando 1-0.
No menos importantes son los posgrados en la Secretaría de Educación Jalisco y de lo cual mejor ni hablemos, ya que éstos no tienen acceso a las becas de este tipo debido a razones y prácticas ajenas a lo que debe ser un posgrado tal y como lo tiene concebido el propio Conahcyt.
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]
