OPINIÓN

LAS FORMAS DE LA VOZ

LAS FORMAS DE LA VOZPor: Mariana Navarro Macías

La comunicación suele adoptar formas variadas y a menudo no verbales.

Los gestos, la escritura y el tacto, son tan poderosos como la palabra hablada.

A veces queremos construir formas de comunicarnos con el otro.

Desde no tener voz física (por la imposibilidad de no tenerla), hasta por el bloqueo provocado que nos vuelve mudos.

Por ello, intentamos hacerlo a través de un cuaderno de notitas, en el cual solemos dar pistas de lo que queremos comunicar.

En otras, hacemos grandes señas y mostramos señales para entablar una conexión, pero hay quien te lance tu cuaderno de apuntes al vacío y quien te muestre el dedo medio para cuando tú le formulas un gesto de amor.

En ocasiones para comunicarnos, bastaría tocarnos en el hombro para entablar contacto.

Pero suele pasar que, en vez de tocarnos, nos lancen piedritas para llamarnos la atención.

No es problema de quien se desea comunicar contigo, sino de aquel que no quiere entender tu voz, tus señales, tus notas, tu búsqueda de conexión.

Y esta desconexión es lo que hace que aquel que se quiere hacer el sordo o desentendido se desconecte de su propio entorno.

Y este es el peor precio que pagamos cuando no se quiere entender y comprender el cómo conectarnos con los demás.

Y es que la conexión va más allá de la lógica y las palabras.

LAS FORMAS DE LA VOZCuando alguien intenta conectar lo hará a través de todas las formas de la voz posible.

Quizás, un primer intento de acercarnos con el otro cuando la voz real física no es posible, cuando por alguna causa no es factible soportar el sonido del otro, quizás podamos hacerlo por medio de la palabra escrita.

Y este será el primer puente silencioso que podemos entablar para empezar a conectar.

Al leernos y darnos cuenta de lo que el otro nos desea dar a conocer, quizás sea más fácil empezar a crear un puente, porque el sonido a veces, por curioso y extraño que nos parezca, crea ruido.

Lo más valioso de las formas de la voz, es pues enmendar el pasado y tratar de construir un mejor presente.

Más la sola opción de estas primeras formas de comunicarnos no logran al todo por ciento enmendar las cosas.

Hay formas más directas entonces de acercarnos con el otro, el mensaje de texto, por ejemplo, brinda una forma más directa de conexión, porque si nos fuésemos al tiempo pasado las cartas serían sin duda la repuesta, hoy es el mensaje de Telegram o WhatsApp en donde podemos leernos y sentirnos más cercano al otro.

LAS FORMAS DE LA VOZDesbloquear al que no queremos leer, desbloquear al que tratamos de borrar, no solo nos vuelve más fuertes, sino nos trae a la realidad y nos hace congruentes con otra de las formas de la voz, que es la escritura.

En la paradoja de la vida jugamos el juego del avestruz.

Creemos que, si metemos la cabeza al hoyo, no podrán vernos ni seremos vistos, pero lo único que sucede es que todos ven lo que queremos ocultar y no solucionamos nada escondiendo lo que sentimos, al final nos estamos escondiendo de nosotros mismos y estamos bloqueando una oportunidad de crecer, y conectarnos, así como brindarle la oportunidad al otro de saber qué creemos que nos hizo y descubrir qué hace que estemos tan molestos.

La forma de la voz en la escritura es una oportunidad gloriosa de conectar con el otro.

El enojo no daña al otro, porque la rabia se contiene en el que la posee, nos convertimos pues en el contenedor de una tinta que nos corroe más a nosotros mismos, que aquel con el cual nos desconectamos.

Otra forma de la voz, valiosa es aquella que te hace mirar al otro a los ojos.

A veces sin mediar palabra alguna, la mirada del otro lo convierte en tu igual.

LAS FORMAS DE LA VOZPor eso, cuando tenemos oportunidad de hacerlo, el mirarse a los ojos hablando cara a cara, es una forma de voz imprescindible para entablar contacto.

Hay posibilidad pues de volvernos a ver otra vez y recobrar momentos de alegría.

Evitar estar comunicados, solo provoca estar fuera del alcance de encontrarse con la verdadera voz interior, la voz de la razón que nos hace comprender que no es a través del silencio que castigas al otro.

Es por el silencio precisamente que no logras entender lo que debe decirse.

La incapacidad de comunicarse impide que las personas se vean realmente como son y que no logren decirse lo que realmente quieran expresar.

Cuánto más pase el tiempo y hagamos silencio, no nos daremos oportunidad de volver a mirarnos a los ojos del otro.

Nos cerramos al descubrir cuánto el otro ya cambió.

La ceguera del orgullo, del rencor, nos ciega, nos deja mudos y nos impide tocarnos.

Más cuando queremos entablar contacto verdadero con la voz de quien ya sanó, no debemos acercarnos al otro intentando sólo aparentar felicidad.

LAS FORMAS DE LA VOZCreemos que el otro se alejó, porque no le hacíamos feliz.

Cuando la verdad es que los otros se alejan porque descubren una voz falsa de felicidad y no la voz del verdadero entendimiento.

Cuando queremos dar voz, una verdadera, no es a través de la felicidad aparente, sino a través de la aceptación y el auto conocimiento.

Cuando alguien nos habla desde el corazón, solo basta estar atentos y comprenderla.

Cuando alguien esté tan ausente de ti, que la voz no la toque ni la cubra, intenta comprenderla, aceptar tus miedos, mirar a la gente a los ojos, escuchar la voz de todos y mejorar.

Como luces que brillan y se extinguen, cada voz es única y frágil, a veces solo basta darnos tiempo para entender que, a través de los actos de la voz, como gestos, la escritura y el tacto, podemos derrumbar juntos en esta época de tantos silencios tontos perjuicios que nos mantienen alejados de la gente que amamos.

Hoy podemos sanar por todas las formas que no se pudieron en el pasado: Gestos, escritura, vibraciones y tacto, diferentes formas de voz que te pueden ayudar.

Buscando una conexión tan profunda, como auténtica de la voz que realmente importa, la voz que viene de adentro de nosotros mismos.

A través de la voz podemos sentirnos guiados por una fuerza interior que nos guíe hacia quienes hemos perdido.

Deja de taparte los oídos y deja de escuchar a aquellos que te dicen que no mereces entablar tu propia forma de voz,

Puedes cambiar, empezando ahora.

La comunicación es un lazo que se forma no solo de alegrías compartidas, sino también de perdones otorgados y heridas sanadas.

La verdadera conexión está a nuestro alcance,

Así que: ¡alza la voz!

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