OPINIÓN

MÉXICO DESCUARTIZADO

Inicia la terca etapa de la mascarada electoral, denominada por las autoridades correspondientes, como pre, inter y  campaña. Ahora el juego y el fuego propagandístico circula profusamente. Se comprueba el lema: “Tus impuestos están trabajando”. Para muchos ciudadanos, esto representa el “cuidar los centavos…gastando pesos”. Todos los candidatos buscan al ciudadano, para pedirle el voto. Todos ofrecen el cielo y las estrellas. Muchos han vivido la “carrera” de la administración pública y la representación popular. Es decir: han vivido a la segura. Comprobado está que el dinero de los impuestos no genera ni obras ni servicios públicos satisfactorios y si, en cambio, produce grandes salarios, enormes negocios y, por lo tanto, burócratas dorados adinerados.

Sin duda no todos los políticos o los “administradores” públicos son plenamente tales por cuales. Unos tienen la cola más larga que otros, quizá por deshonestidad y falta de honradez o por omisión, lo cual podría ser sinónimo de complicidad. Los hay con evidentes signos de enriquecimiento muy explicable. Los hay moderados y los de plano ni escandalosos en sus haberes y los que al menos, hasta ahora, no se les ha o detectado o no se les ha publicitado nada. Pero el sistema político, económico y social, además de la proclividad social al desorden, mantiene al país en donde se encuentra. ¿O no?

El caso es que el votante tendrá que buscar al menos malo. Será como “buscar una aguja en un pajar”, pero los hay. Todos dicen lo peor de sus adversarios políticos y lo peor, se autocalifican como la única y mejor opción, a pesar de la cauda de taches que cargan algunos de sus compañeros. Y de esto ninguno se salva. O ¿Meterán la mano al fuego por sus acompañantes en la administración? ¡¡¡Claro que no!!! Entonces, ¿por qué se disfrazan con la túnica de la pureza? ¿Son mentirosos? O creen en la cuentera y fabulesca magia? Meade reta a debate patrimonial. Se animarán en Jalisco, a algo similar? Hasta ahora, en la entidad los aspirantes no se han acusado ni comprobado y menos denunciado ante autoridades competentes por deshonestidad en manejos económicos. ¿Lo harán?

No hay duda que, en teoría, Meade tiene menos taches. En Jalisco, Miguel Castro Reynoso tiene buena reputación y ha mostrado entrega a la ciudadanía. En Guadalajara, Jesús Eduardo Almaguer Ramírez, ha mostrado capacidad política, entrega, valor para enfrentar problemas serios. Estos saben y han practicado la conciliación social y política. Lástima que la sociedad en general no aporta mejoría en su comportamiento.

Los otros aspirantes a la presidencia, a la gubernatura y a la alcaldía de Guadalajara, siempre han caminado en “caballo de hacienda”, o lo que es lo mismo: “niño que no llora, no mama” y esto es clásico de la oposición. Todos han demostrado lo que son, lo que han hecho y en base a ello, la gente podría saber lo que se espera.

La ciudadanía requiere que los ahora candidatos acaben con la inseguridad. Las instituciones y los buenos deseos no son suficientes. Falta la buena conducta del pueblo y de los mesías. Los servicios públicos bien hechos, sin deshonestidad empresarial ni gubernamental, durarían más, si la gente cuida. Y así sucesivamente. Lamentablemente no solo el crimen organizado descuartiza. También los malos políticos y la misma ciudadanía. Y…qué Pasa?

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