CIRCO DE TRES PISTAS
Por: Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal*
Los mayores de cincuenta años, tuvimos el privilegio de niños de que nuestros padres nos llevaran a divertirnos, al circo de aquella época, el que regularmente eran circos de tres pistas, en una de las cuales presentaban a sendos ejemplares de elefantes, caballos, tigres en el que, los domadores exhibían su propio talento en tal desempeño, pero en especial, exhibían la belleza de tales animales.
En otra de las pistas se presentaban unas hermosas y elegantes trapecistas, exhibiendo sus habilidades acrobáticas, su fortaleza, su valentía con un hermoso desempeño artístico.
La tercera pista era el escenario para los payasos, los cuales solían ser agradables, bien presentados, pero, sobre todo, simpáticos, pues nos divertían espléndidamente.
Circos que tenían sus niveles de preferencia, como lo era la luneta y la gradería que, era donde en lo particular, dada la capacidad económica de mi padre, solíamos acudir, pero que de igual manera se disfrutaba dicho espectáculo, lo que hoy ya no es posible, por diversas causas y razones.
En la actualidad, lamentable y tristemente, vemos unos espectáculos circenses de nuestras autoridades, especialmente de las federales, para nada útiles, benéficas o propositivas, sino todo lo contrario, es lamentable y de una profunda negatividad, pues todo lo que acontece es en perjuicio de la sociedad.
En la primera pista de nuestro infame circo nacional, tenemos a la actual secretaria de gobernación, desde luego, acatando las absurdas, ilegales y nocivas, órdenes que recibe del presidente de la república, consistentes sin razón y sin derecho alguno, indicarle al Poder Judicial de la Federación por conducto de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el que los órganos, dependientes de esa institución, eviten el cumplir con el tratado internacional suscrito por el gobierno mexicano, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la que ha dispuesto o prohibido, la prisión preventiva, lo que dese luego, el Poder Judicial de la Federación, no deberá de atender, tanto por respeto a la propia institución como al referido tratado internacional, pues es inconcebible que una abogada como lo es la secretaria de gobernación, se exhiba de tal manera, cometiendo actos que la ley le prohíbe, causando un grave deterioro, al marco constitucional como son, los tratados internacionales pues tienen precisamente ese rango.
La segunda pista les corresponde a los integrantes del senado de la república, quienes dramáticamente, han estado destruyendo, consiente y deliberadamente, el marco constitucional, creando y modificando leyes que, sólo benefician, a quien dolosamente por su contenido, lo dotan de facultades arbitrarias, entre otras, como lo es la ley de amnistía, la que desde luego tendrá consecuencias de una gravedad incalculable, pues acrecentará la impunidad que ya impera en nuestro país.
En la tercera y última pista tenemos, a la cámara de senadores y su indolencia, quienes además, dolosa e irresponsablemente, no han designado a los magistrados faltantes de la sala superior del Tribunal Federal Electoral, así como a los magistrados faltantes en las distintas salas regionales de dicho tribunal electoral, lo que propicia como consecuencia que se pretenda en un momento dado y por demás, de una manera criminal, el pretender declarar desierto al proceso electoral en curso para la elección de presidente de la república, todo lo cual evidencia la dictadura de facto que se ejerce en este momento y que la sociedad civil, ya debemos, tener conciencia y salir a manifestar nuestra inconformidad del estado actual de las cosas, hasta lograr se reestablezca el orden nacional que a la patria le ha costado, por lo que no se puede ni se debe escatimar ningún riesgo ni esfuerzo, pues este circo debe ya de terminar su función inmediatamente.
En virtud de todo lo anterior, a todos los sectores de la población y por mi condición personal, en especial, quienes integramos el foro de abogados de este país y quienes tenemos la fortuna y alta responsabilidad de la docencia, debemos colocarnos al frente de esta lucha que, es y debe ser sin cuartel, ya que somos los más obligados en la lucha por la paz, la seguridad y la tranquilidad de este pueblo.
*Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la U de G.
