OPINIÓN

EL ASESINO DE LA UTEG SERÍA UNO DE CUÁNTOS DESADAPTADOS SOCIALES

El reciente caso que ha conmocionado a los tapatíos, no solamente por tratarse de una agresión directa en una institución de educación privada, donde empleados de la UTEG, dos mujeres murieron y un varón quedó herido a manos de un individuo que no era ni empleado ni estudiante de esta institución, sino por la aplicación de la ley mordaza a los alumnos y el personal que tras el lamentable incidente, fueron acallados por la dirección del plantel, quienes les prohibieron manifestar su clamor de mayor seguridad, postura que terminó por indignar aún más a los tapatíos.uteg

El acontecimiento deja muchas aristas abiertas en torno a lo que puede ser un grave problema social; según las investigaciones realizadas por las autoridades, el asesino (un joven de 20 años), aparentemente no presenta problemas psicológicos y actúo totalmente consciente de sus actos.

Sin mostrar la menor consideración y a sangre fría, en su declaración este individuo refirió pertenecer a una comunidad, el sujeto, identificado como Gabriel Alejandro “N”, de 20 años, “formaba parte de una especie de grupo de mensajería en Internet donde se compartían historias de crímenes por fanatismo”, dijo en su declaración a las autoridades.

Habría que poner especial atención en este dato, (pertenece a un grupo de mensajería en internet); aquí está algo realmente preocupante que las autoridades deben atender como prioridad, el detenido asesinó (en un solo día) a tres mujeres, sin motivo aparente, sin una causa ni móvil, ¿matar, por matar?

Entre las fieras, cuando atacan, lo hacen obedeciendo a su instinto de supervivencia, por hambre, por defender su territorio o a sus crías, pero cuando atacan a seres humanos y prueban la carne, se ceban y repiten sistemáticamente los ataques.

Aquí el trasfondo que deberá desmarañar la policía cibernética es muy delicado, identificar quienes conforman dicha comunidad, investigar si existe un líder intelectual o líderes, descubrir si actúan por iniciativa propia o por indicaciones, entre muchas otras causales.EL ASESINO DE LA UTEG SERÍA UNO DE CUÁNTOS DESADAPTADOS SOCIALES

En tanto, también es un llamado de alerta a los propios padres de familia y familiares cercanos, quienes, ante cualquier actitud o irregularidad mostrada por sus hijos, tratar de identificar o conocer lo que observan y con quienes interactúan en las redes sociales, con el criterio abierto para evitar en lo posible, otras situaciones como la que enlutó a diferentes familias de la zona conurbada de Guadalajara.

En tanto que, en el tema de acallar a los alumnos del centro educativo, la dirección señala que está prohibido manifestarse, de acuerdo con el reglamento de la institución. Esto quiere decir, o debiera interpretarse que, vale más un reglamento interno, que la vida de sus empleados, del alumnado y los derechos humanos contemplados en el marco legal de la sociedad. ¿Aquí no interviene la autoridad?

Porque, es tan complicada la situación que se vivió, a manera de hecho aislado, pero ha dejado al descubierto la realidad que existe, resultado de una descomposición social, que no logra dimensionarse y menos cuando existen intereses de por medio.EL ASESINO DE LA UTEG SERÍA UNO DE CUÁNTOS DESADAPTADOS SOCIALES

Habrá que preguntar entonces a los familiares de las personas fallecidas, ¿Deben cerrarse los ojos y la boca para guardar silencio ante una dolorosa realidad? ¿el silencio de los inocentes no es también un grito que exige respuestas y acciones para salvaguardar a los demás?

Afortunadamente cayó el presunto asesino, y se le seguirá un proceso ¿por odio, por convicción, por género o por gusto?, cualquiera que haya sido la causal, lo único que hoy debe preocupar a las autoridades es que se encuentran, quizás, observando la “puntita” de un peligroso Iceberg, al tiempo.