PROGRAMA EMERGENTE
Por: Rubén Zatarain Mendoza*
Hace poco más de 30 años se publicó la Ley General de Educación y en el marco de las reformas curriculares para educación primaria y secundaria y del Acuerdo Nacional de Modernización de la educación Básica y Normal se estableció el Programa Emergente de Actualización del Magisterio.
Hace un poco más de 30 años también, en el marco del federalismo educativo, Jalisco cumplía el primer año de haber recibido la transferencia administrativa de escuelas y nómina de los trabajadores de los servicios educativos, la responsabilidad de generar propuesta y de gestionar el desarrollo educativo de la entidad.
Más de 30 años debieron haber pasado también de que el proyecto formativo inicial y continuo del magisterio debió transformarse de emergente a permanente y con sentido, de retórico y coyuntural a concreto y material y de estrategia longitudinal.
Tal escenario ideal no ha sucedido.
Uno de los conceptos estelares de entonces (1992) fue el de integración educativa y uno de los aspectos operacionales visibles fue el de integrar los subsistemas estatal y federal.
Integración, realmente vista como suma de sujetos y de reacomodo de oficinas y no como oportunidad de reingeniería administrativa y de planeación estratégica del desarrollo profesional del magisterio.
Tiempos del salinismo, del neoliberalismo social y del poder gordillista en el SNTE. Su impronta en el proyecto educativo nacional, los acuerdos en materia de planes y programas, de edición de libros de texto gratuito, la obligatoriedad de la educación secundaria y el diseño conjunto de la ruta de la formación y actualización del magisterio.
Sobrevino la alternancia política y la apuesta de la ciudadanía jalisciense durante tres sexenios al Partido Acción Nacional, el sector educativo y la ruta del proceso de integración, el sector clerical y empresarial de fiesta.
Sobrevino la alternancia en el año 2000 en el poder ejecutivo federal, la apuesta de la ciudadanía del país hacia el Partido Acción Nacional, de nueva cuenta la fiesta de los emprendedores, la cercanía mayor con los empresarios y su particular visión educativa de formación de capital humano y competencias laborales.
El proyecto educativo en el impasse ideológico, la ruta de los tecnócratas en el diseño de planes y programas, el cambio y las innovaciones, la agenda de la SEP y las continuidades.
Los directores de la Comisión Nacional del Libro de Texto Gratuitos, el negocio editorial en la mesa de repartos (licitaciones) y aquel famoso moche del “peso por libro” que ejerció uno de sus titulares de origen jalisciense.
En Jalisco, entidad federativa de participación escasa desde la convocatoria al diseño y elaboración explícitas en la propuesta emitida por el Consejo Nacional Técnico de la Educación presidida por Benavidez Ilizaturri.
El pendiente desde entonces formativo de la masa crítica necesaria que la dimensión pedagógica curricular exige de las entidades federativas y que ha estado ausente y ha sido el precio de algunas alternancias ¿hacia la derecha solamente?
La formación continua de los maestros (técnico-reproduccionista) y su rol estratégico en la operatividad de los cambios gatopardescos curriculares, los maestros y las maestras objeto de discurso, objeto de deseo político, franquicia y padrón para fines personales, objeto y práctica de sonrisas hienescas en oficinas centrales y falta de respeto profesional.
El Programa Emergente de Actualización del Magisterio, los talleres, cursos estatales y nacionales, los saberes en cascada que se difuminan; en contraparte las biografías individuales y los equipos que se sedimentan y permanecen como voceros de los discursos institucionales que recitan salmos ahora apoyados en las pantallas desde la naciente era digital, otra cresta de la tecnología en educación que sin pudor asume un modelo conductista de ruta corta de que “Si lo escuchas lo aprendes y lo ejecutas”.
Vaya ingenuidad actualizadora que como el tejido de la mítica Penélope hay que reiniciar cada ciclo escolar.
La calidad y la innovación ausentes, la comprensión de la agenda del cambio de quienes operan a nivel de escuela y aula los cambios curriculares ahora estruendosamente politizados.
La comunidad de aprendizaje lejana, los medios digitales a favor de un autoritarismo académico centralizado, los proyectines integradores sobrevaluados y las guías locales realizadas por diseñadores de examen, ayunos de experiencia y prófugos de las aulas.
El pingüe negocio de los cambios en materia de software y computadoras desde COEBBA hasta ENCICLOMEDIA, robótica y otros juguetes contemporáneos.
Vaya empoderamiento del webinar como medio económico y rápido de información a las masas magisteriales, vaya realidad leída como piñata de golpes de vendados que arroja palabras desechables en forma cíclica.
El proceso por entender, la cartografía de cómo construyen aprendizaje los heterogéneos grupos de maestros y maestras de los niveles educativos, la necesidad de documentación y análisis.
La reedición del programa emergente y la abulia sistémica y paradigmática en materia de los kafkianos y eternamente programas preescolares de actualización dirigidos a maestros y maestras.
La edición de agosto 2023 que viene.
Lo que viene en Jalisco en materia de actualización, las reuniones virtuales improvisadas hoy y mañana, las reuniones regionales empantanadas en la numeralia para calcular café y comidas, asistencia de “primero dos y luego solamente uno” aunque en Recrea Academy se requieran puntualmente las masas para aparecer en los récords Guinness.
Saber decir, saber hacer liderazgo académico, la autonomía responsable de Jalisco en el escenario de no entrega de los libros de texto gratuitos.
La coordinación interna y los contenidos de actualización cuando ya es inminente la semana del taller intensivo de formación continua, las guías nacionales que ya circulan virtualmente para los niveles de educación primaria y preescolar, y finalmente de secundaria; las guías estatales reactivas como siempre.
Los libros de texto disponibles de manera virtual, el énfasis en los proyectos integradores mensuales pirateados, aún no piloteados, el reduccionismo metodológico que huele a acuerdos cupulares de los distraídos anti comunitarios, al final, el riesgo de activismo psicopedagógico a costa de arengar maestros y maestras.
Los programas sintéticos para las fases 2 a la 6 del acuerdo 15/08/2023. Las implicaciones para retroalimentar los programas analíticos, el plano de lo didáctico.
Las normas por cumplirse, el programa emergente de formación en Jalisco, la voluntad, la autonomía profesional y curricular de los maestros y maestras, los resultados por verse.
Mientras alimentamos la luz y las sombras sobre otro reeditado programa emergente con las nuevas guías, releamos los antecedentes y el enfoque de la teoría crítica de la educación sobre la formación continua de profesores, cerremos esta colaboración recuperando dos citas, dos autores de cabecera nada “comunistas” en el tema de los maestros y del debate curricular (que incluye también los libros de texto), a saber, los maestros Stephen Kemmis (Australia) y Lawrence Stenhouse (Gran Bretaña):
“El maestro transmite el conocimiento procurando que el alumno aprenda y reflexione sobre éste, para que después lo transmita de una manera reflexiva y crítica a la comunidad”. (S. Kemmis, 1946-).
“La mejora de la enseñanza se logra a través de la mejora profesional del profesor y no por los intentos de mejorar los resultados del aprendizaje. El currículo justamente capacita para probar ideas en la práctica, y así el profesor se convierte en un investigador de su propia experiencia de enseñanza”. (L. Stenhouse, 1926-1982).
*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]
