REGLAMENTO ESCOLAR: SUS RECOVECOS

2023-06-10 Vigaro

Por: Carlos Arturo Espadas Interián*

Hace años, cuando un servidor estudiaba en la secundaria, nos referían que, si se descubría a estudiantes con el uniforme peleando a la hora de salida, sin importar la distancia al centro escolar, era motivo de expulsión. En esa época se llamaba así, expulsión y era posible que después de haber sido expulsado no se pudiera estudiar en otra institución de sostenimiento público y se tendría que buscar una escuela de sostenimiento privado o en su caso, dejar de estudiar.
Sin duda alguna eran tiempos dramáticos, con los que quizá hoy podríamos o no estar de acuerdo, sobre todo a partir del derecho universal a la educación.
La pregunta es en qué centro escolar se tiene la estructura de soporte y acompañamiento para estudiantes que han sido separados de un centro escolar y han sido reasignados a otro. Lo ideal: tener las estructuras y que las distintas secretarías posibiliten y aseguren los medios para atender a esos estudiantes que la necesitan, sin embargo, estamos lejos de poder hacerlo.
Tener las estructuras permite que la lógica de reasignación en otro centro escolar funcione, sin ello: estructura, programas y personal calificado y en cantidad suficiente para los casos que hay que atender; esa lógica se disuelve y se cae en simulaciones que no ayudan a los estudiantes.
La desatención perjudica al estudiante y también a la comunidad escolar en su conjunto, toda vez que, se repetirán conductas y problemas. La opción: ocultarlos.
Los sistemas educativos se han hecho expertos en la ocultación de situaciones comprometedoras, así como en tendencias inerciales que permiten funcionar, no en condiciones óptimas, pero funciona.
Tener estructuras de apoyo en los centros educativos, sea para estudiantes trasferidos o no, es complejo. Por ejemplo, en qué centro escolar de nivel básico existe un departamento educativo que apoye en el diseño, construcción y realización de proyectos educativos, materiales didácticos y acciones educativas holísticas de centro. Este departamento estaría a cargo de alguien que ha egresado de las carreras de Pedagogía, Educación o Ciencias de la Educación y sería muy diferente a un departamento psicopedagógico.
Todo lo anterior insta analizar los distintos momentos para la aplicación del Reglamento Escolar. Una herramienta fundamental para ello es la bitácora.
El cuerpo profesoral es responsable de lo que ocurra en sus salones, guardias y actividades. Operar diversas comisiones escolares infinidad de encomiendas diversas, más los aprendizajes fundamentales del grado escolar asignado.
Nuestro profesorado de ningún nivel de sostenimiento público, tiene apoyos técnicos que les permita realizar todo lo que descansa sobre sus hombros. Hacer una bitácora, con los registros diarios de las situaciones y de cada estudiante, implica recursos específicos. Se menciona la bitácora porque es la herramienta de “defensa” que tiene un docente y un centro escolar, en caso de situaciones críticas. ¿Estamos en posibilidad de realizarla?