OPINIÓN

RUTA-EMPRESA PRODUCTORA DE «AUTÓMATAS».

El concepto «novedoso» en la práctica, con antecedentes palpables desde la década de los 80´s, cuando por primera vez se intentó (quitarle el negocio a los permisionarios) con el fallido sistema ortogonal.

Mismo que ha sido introducido gradualmente desde entonces, hasta convertirse en lo que hoy llaman los emecistas «Mi Transporte», es decir, interpretándolo literalmente, se refieren a que es el NEGOCIO de ellos.

Ya han destruido la ciudad y con el pretexto de crear las condiciones de movilidad que el área metropolitana de Guadalajara requiere actualmente, también han destruido el sistema de transporte, encareciéndolo perversamente, de una forma sistemática y voraz.

Esta SIMULACIÓN ya ha dejado descontento en los diversos sectores de la población, y es que la implementación de alcancías ladronas (igual que quienes las impusieron) y eliminar el contacto verbal con los operadores, eliminando la interacción con la entrega recepción del pago y el boleto, ha generado que los conductores no solamente se alejen aún más de su responsabilidad; según expertos en psicología, la comunicación verbal y la interacción visual (factores importantes de una comunicación) se ven afectados y por consecuencia, el comportamiento del operador, mientras desempeña su actividad, se convierte en una especie de «robot», sin voluntad propia de pensamiento, lo que en un lapso también afectará muchas de sus habilidades ergonómicas y físicas.

Al realizar diversas actividades operativas, las personas que desempeñan un trabajo como lo es conducir una unidad de transporte de pasajeros, dependen de activar sus sentidos y entre estos se encuentra la psicomotricidad, la cual, al igual que otras funciones del organismo humano, de no mantenerse en actividad, se atrofian.

Así pues, muy alejado del «mejoramiento en el servicio», este «jugoso negocio» continúa con paso firme hacia la automatización y deshumanización de quienes persiguen empecinadamente la implementación de un modelo empresarial absurdo, costoso y contaminado por prácticas tan antiguas como la condición humana y la idiosincrasia de los mexicano.

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