De acuerdo con las mediciones de pobreza multidimensional del Coneval (2020), el 54.34% de las niñas y niños de cero a cinco años se encuentran en pobreza, 42.51% en pobreza moderada y 11.83% en pobreza extrema. Asimismo, 20.2% son vulnerables por carencias sociales y 9.29% vulnerables por ingresos lo que da como resultado que un 23 por ciento de niñas y niños de la primera infancia tiene carencia de servicios básicos en sus hogares, tales como servicios básicos en la vivienda y acceso a la seguridad social.
La mitad de las niñas y niños en primera infancia se concentran en ocho estados de la República Mexicana (51%). El Estado de México es la entidad con mayor población, por lo que resulta lógico que en este estado se concentre el 12.8% de la población nacional de primera infancia.
Por décadas, la primera infancia en México es una etapa que no ha sido atendida por los gobiernos federales y estatales advirtió Early Institute al presentar el Sistema de Indicadores de Primera Infancia México (SIPI México), en donde se destaca que sólo se canaliza el 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB) equivalente a 175 mil 565 millones de pesos para atender a este sector fundamental de la sociedad.
Lo anterior implica que se encuentra muy debajo de países con menos desarrollo como Guatemala que canaliza el 09% de su PIB, Salvador y Paraguay que orientan el 1% y Argentina con un 1.3%.
No obstante que la población infantil es de 12 millones 226 mil 266 niñas y niños en México que sufren el aislamiento de sus derechos fundamentales como: el estado de salud, educación, nutrición, talla, peso, condiciones de vida, violencia y pobreza.
En este contexto, Early Institute lanzó el denominado SIPI México que integra datos estadísticos actualizados, respecto a 142 indicadores que atañen a la primera infancia de nuestro país.