OPINIÓNPOLÍTICA

QUE SE SEPA…

Al finalizar las precampañas, el candidato de PAN-PRD y Movimiento Ciudadano, exigió una explicación porque personal del CISEN le ponía “cola” en sus recorridos por el Estado de Veracruz, lo cual no es raro para cualquier personaje, y menos si se trata de alguien de los principales involucrados en las campañas políticas.

Pero ahora se la regresan, toda vez que su influencia en Querétaro es de alguien poderoso y por ello un abogado denunció que dos de sus clientes y él mismo, se percataron que son seguidos por desconocidos, dado lo cual pidió que se le brinden las medidas de seguridad conducentes.

El problema del abogado y sus clientes, se llama Ricardo Anaya, puesto que los hoy amenazados son dos testigos protegidos que fueron citados a declarar por una investigación de lavado de dinero, en contra del abanderado de la coalición Por México al Frente.

La respuesta de las autoridades no llega, según lo declarado por Joaquín Xamán McGregor, y dados los descubrimientos encontrados de las trapacerías del candidato presidencial, el abogado hizo responsables de cualquier daño que pudieran sufrir los testigos, a Ricardo Anaya y la Procuraduría General de la República.

Los ahora amenazados no fueron quienes presentaron la denuncia en contra de Anaya Cortés, sino que se trata de una investigación en curso de la PGR de lavado de dinero, en la cual se encuentra involucrado el candidato presidencial.

Dijo el abogado en entrevista con Ciro Gómez Leyva: «Nuestros clientes acudieron a la PGR para declarar en una investigación sobre lavado de dinero; no es una denuncia nuestra contra Ricardo Anaya. Después de haber declarado mis clientes y yo comenzamos a ser seguidos; hacemos responsables a los involucrados, incluyendo a la autoridad, de cualquier cosa que nos suceda. No tenemos medidas de seguridad», insistió.

En una más de las chuecuras del candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés, fue acusado este martes de triangular fondos en paraísos fiscales por varios países y lavar dinero para la compra de una nave industrial.

En conferencia, el abogado Adrián Xamán McGregor dio a conocer que sus clientes Alberto N. y Daniel N. fueron contratados a través de un empresario inmobiliario de Querétaro, Manuel Barreiro, para triangular los recursos para dichas transacciones, y que ahora han recibido presiones e incluso amenazas por lo que temen por su vida.

Señaló que uno de sus defendidos fue amenazado de muerte ya que se le solicitó realizar una transacción de 54 millones de pesos para comprar una nave industrial en Querétaro. El litigante señaló que Barreiro Castañeada contrató a sus clientes para triangular los recursos a través de distintos paraísos fiscales con la condición de que no se conociera el origen de dinero.

“Para ocultar el origen del dinero y a su beneficiario final, Manuel Barreiro encargó a mis clientes construir un esquema en que se utilizan empresas fantasmas o fachada construidas, algunas de ellas, por presta nombres o testaferros de toda la confianza del señor Barreiro, y a través de las cuales se hicieran transferencias y triangulaciones económicas en distintas partes del mundo y que de esta forma se perdiera el rastro del dinero”.

La complicada operación financiera fue realizada para allegarle fondos al entonces dirigente nacional panista Anaya Cortés, quien a través de la empresa de su propiedad denominada Juniserra, recibiría 54 millones de pesos.

Los testigos confesaron que para la triangulación del dinero, construyeron dos personas jurídicas colectivas y “pasearon” el dinero por sistemas financieros mexicanos, suizos, de Gibraltar y Canadá.

Xamán McGregor detalló que la nave industrial fue adquirida por la empresa de Anaya y su familia en 10 millones de pesos. “La empresa de Anaya compró el lote a una compañía de Barreiro y dos años más tarde se la vendió como nave industrial en 54 millones”.

Total que al descubrirse una transa más del otrora joven maravilla, le resultó un martes negro, tanto para él como para su proyecto presidencial, sin que inicien todavía oficialmente las campañas político-electorales.

De integrarse la carpeta correspondiente, para antes de la campaña el imberbe queretano, luego de balconearlo con la triangulación de los fondos referidos, tendría cargos además de lavado de dinero, por creación de empresas fraudulentas, hostigamiento, uso de paraísos fiscales en Canadá, México y la entrega para su beneficio de 54 millones de pesos.

Según especialistas financieros, el hecho es apenas un pequeño hilo de una gran madeja y se espera que en breve se den a conocer más nombres, tanto de empresarios como de políticos involucrados en los señalamientos, hoy solamente contra Anaya Cortés.

El fuego amigo no se hizo esperar y principalmente son los propios correligionarios de Anaya, tanto del PAN como del PRD y Movimiento Ciudadano, que piden una exhaustiva y pronta investigación para “limpiar” en de por sí sucio nombre de su candidato.

De acuerdo con el abogado, ambos fueron contratados en el 2006 por Manuel Barreiro Castañeda, un empresario de Querétaro, para triangular dinero con el objeto de adquirir una nave industrial de la empresa Juniserra, propiedad de Anaya y su familia.

“Al ser contratados se les advirtió que dieran a conocer la procedencia del dinero de la transacción. También se les indicó que el esquema era para beneficiar económicamente a Ricardo Anaya”, dijo Xamán.

Y aseguró: “El dinero proveniente de las empresas de Manuel Barreiro se trianguló por varios países y paraísos fiscales para llegar a una sociedad llamada Tesorem. “Esta sociedad es propiedad de mis clientes y de este ente salieron 54 millones de pesos hacia una empresa llamada Manhattan Master Plan Development, que fue la que finalmente le compró el lote a Juniserra y pagó los 54 millones de pesos”.

La respuesta de Ricardo Anaya fue la de costumbre y como siempre y al estilo de los vaquetones, echó la culpa al PRI de una campaña de difamaciones en su contra, además de jurar y perjurar que no conoce a sus acusadores: “Jamás he tenido trato alguno con ellos”, lo cual al parecer es cierto, dado que contrató a sinvergüenzas como él para que le hicieran el “jale”, pero sí se embuchacó la lana. Eso no lo desmintió.

Asegura que la nave industrial que vendió a precio de mercado está en su declaración 3de3 y que la compra-venta cumplió con las formalidades requeridas. “Es un refrito de hace cuatro años”, remata.

De sus compañeros de partido (PAN), destaca la reacción de Ernesto Cordero, quien desde ya dijo que no votará por “su candidato Anaya” y en cambio cruzará la boleta por su ex compañero de gabinete José Antonio Meade.

No sólo eso. El presidente de la mesa directiva del Senado se convirtió en la cuña del mismo palo que aprieta al ya controvertido Ricardo Anaya Cortés, a quien ahora acusan de lavado de dinero, triangulación de recursos, vía paraísos fiscales, y hostigamiento.

“Le pido a la PGR que investigue lo más rápido estas acusaciones. Cada quince días sale una acusación. Cada vez son más serias, más documentadas, en contra de Ricardo Anaya y la formación ilegal de su patrimonio.

“Es gravísimo que podamos tener un Presidente bajo sospecha de ser lavador de dinero”, dijo a los reporteros.

“Ya son muchos señalamientos que ponen en duda la honorabilidad con la que construyó su patrimonio… se tienen que tomar en cuenta las denuncias internacionales que se interpusieron en contra de Ricardo Anaya. México merece un Presidente honesto y limpio”, remató.

 

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