TERRITORIOS INSTITUCIONALES

2024-01-11 Vigaro

Por: Carlos Arturo Espadas Interián*

La planeación estratégica implica además de visión, producto de imaginar nuevos mundos a partir de análisis prospectivos, el factor subjetivo humano que las direcciona. La planeación estratégica, entre otros elementos, genera situaciones concretas en políticas a diferentes niveles: políticas públicas, institucionales, áreas y demás. Esas planeaciones, a partir de esa dimensión subjetiva se inclina a intereses políticos de campaña –como justo ahora que son los vientos de los tiempos-, económicos directos y demás.
Hay un factor fundamental que en ocasiones pasa desapercibido: las plataformas de soporte de toda la estructura de configuración de los territorios institucionales. Primero, los territorios institucionales, están referidos a los ámbitos, espacios, zonas de influencia y de competencia de cada institución.
Trasciende lo físico y geográfico para ubicarse en los campos del conocimiento, de las tendencias, intereses y demás. Aquí el interés radica en esos aspectos que conforman los territorios institucionales y que no son tomados en cuenta en nuestro país.
El argumento certero, taquillero y posicionado es: la escuela se encuentra desligada de los ecosistemas laborales y eso genera un problema para el sistema en su conjunto. Eso es una falacia. Los programas educativos se diseñan y aperturan a partir de las tendencias históricas, visiones y miopías de quienes toman las decisiones.
Antes de continuar es necesario ser francos y declarar con pleno conocimiento de causa que el criterio de decisión en la mayoría de casos, si no en todos, tienen que ver con lo económico –en sus diversas configuraciones: presiones internacionales, por ejemplo-, sin embargo eso no significa que se arguyan o esgriman falacias para, por ejemplo, legitimar recortes a presupuestos de instituciones dedicadas por ejemplo a la formación de profesionales de la educación, que forman por medio de sus programas soportes y complementos para direccionar la formación del ser humano en todos sus ámbitos.
Esos soportes, al ser cimientos, pilares y soportes, como en toda construcción, pasan desapercibidos y únicamente se perciben cuando están ausentes o débiles y, aun así, se ven los impactos de esa ausencia, pero no resulta evidente a simple vista: dónde radica el origen de los problemas sociales, culturales y demás.
Esta configuración territorial, a partir de criterios económicos genera arbitrariedades y percepción de visiones cortas. Por ejemplo, por qué no invertir el planteamiento para reconocer que la academia, las escuelas, también generan programas educativos innovadores que son requeridos por la nación, sociedad, seres humanos y que el ecosistema laboral no puede responder para asignar espacios laborales y salarios dignos.
Por ejemplo: un sociólogo educativo, sería requerido en cada una de las Secretarías de Educación de los estados, así como también en las direcciones de los sistemas o subsistemas de educación, también en las empresas para configurar programas formativos y de capacitación, así como en las sedes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Supervisiones de educación básica… por mencionar únicamente algunos espacios laborales.
Si no se reconoce y se cambian los criterios para delimitar los territorios institucionales, seguirán generándose invasiones de territorios, pérdidas de sentido, ambigüedad y crisis institucionales entre otros, que lamentablemente al final, dan como resultado la descomposición social y en todas las dimensiones que se viven.