¿POR QUÉ A ALGUNOS SÍ Y A OTROS NO?

Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal

Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.

En últimas fechas hemos estado viendo acontecimientos espectaculares, en los que pudiera parecer que, realmente se está combatiendo a la corrupción y se procura la justicia.

Ojalá que, a todos nos midieran con la misma medida cuando se trata de justicia, dado que, la corrupción no deriva únicamente de disponer de dinero indebidamente, violentando con ello las reglas establecidas en la normatividad para cada caso en particular. La corrupción va más allá.

Nuestra Constitución establece que, todos los ciudadanos; gobernantes o no, debemos de someternos a la ley y para nosotros los particulares, lo que no está prohibido, nos está permitido, no así para las autoridades, refiriéndose a las autoridades de todos los niveles, desde el presidente de la república, hasta el más modesto servidor público; sin embargo, nuestra realidad es otra, pues desafortunadamente, México es un país en el que se goza de la más cabal impunidad.

Aquí en Jalisco existen instituciones encargadas de sancionar, el incumplimiento del deber y el exceso en el cumplimiento de ese deber y aunque no es mi caso, lo cierto es que, he estado padeciendo la arbitrariedad de quien me imputa y también de quien me procesa.

Es realmente vergonzoso, tener un Congreso de la Unión y un Congreso Estatal que, son sólo escaparates a determinado fin, entes con un alto costo social y económico para el pueblo, ya que ni la paridad de género por la que tanto han luchado ciertos grupos, ha hecho posible que, desempeñen sus encargos de tal manera que, el pueblo sea el mayormente beneficiado.

Muchos de quienes actualmente ocupan un lugar en alguno de los congresos, fueron electos de manera popular, otros tantos ocupan un lugar por el solo hecho de ser comadre, compadre, ahijado o padrino de, pero desgraciadamente cada día nuestro país sigue encaminándose a la ruina, derivado de esa traición que, se hace con la patria.

Pagamos un costo muy alto por mantener a tan costosos e inútiles funcionarios, dado que, si hacen algo en favor del pueblo, es precisamente para lo que realmente se les paga, pero la realidad es que, no es así, pues una mayoría de los que, actualmente están en alguno de los congresos, sólo están en el cargo para aprovecharse de él, enriquecerse o favorecer intereses de terceros, pero siempre en perjuicio del pueblo.

Al Congreso de la Unión, al Congreso del Estado; al Poder Judicial Federal y al Poder Judicial del Estado de Jalisco, debe quedarles claro de que, ya es hora de que cumplan al pie de la letra el mandato de la ley, dejando de lado, esa mala práctica de estar cumpliendo los caprichos del presidente de la república y del gobernador en turno.

Al resto de la sociedad, no nos queda de otra que, tener claro que, debemos hacer lo propio para exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber.